HAZLO POR ELLA

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Tenía la intención de dedicar este escrito a una amiga muy querida pero, una vez terminado, me di cuenta de que eso era absurdo. Comprendí que todo este texto no es más que una dedicatoria hacia ella.

Debe ser terrible levantarte un día y darte cuenta de que no has vivido la vida que querías vivir. Que has llevado, simplemente, una vida equivocada, que todo tu trayecto vital está embadurnado de lo que debió ser y no fue.

Mi amiga vivió siempre para la gente que quería. Abnegada y sacrificada, nunca se cuestionó su felicidad, siempre dejo sus sentimientos en un segundo plano. Ahora está recuperándose de un ICTUS. El otro día, me comentó que nunca nadie le agradeció nada. Ella misma admite que ello se debe a que convirtió el sacrificio en deber. Ahora sueña con cambiar diametralmente, ser un poquito egoísta y pasar de ser secundaria a protagonista de su propia vida. Pero también le aterra no saber cómo hacerlo. Desgraciadamente, la vida viene sin boceto y ella sólo ha vivido una vida. ¿Cómo se puede aprender a vivir otra vida a sus años? ¿Se puede?

Ánimo, amiga, consigas o no lo consigas. Te quiero. Tal vez nunca nadie te agradeció nada, pero yo siempre agradeceré a la vida el darme la oportunidad de haberte conocido.

Desde hace varios años, siempre que pienso en mi amiga una misma escena viene a mi mente. Es una escena que en su momento me gustó aunque no me emocionó, ni siquiera me llamó especialmente la atención. No tenía (ni tiene) porque hacerlo. Se supone que cuando recurres a ellos no esperas obtener lágrimas, encontrar el sentimiento en su paisaje vitriólico. Pero, después de varios visionados, un buen día, sin preverlo, ocurrió. Y ocurrirá toda la vida: ya es imposible ver esas imágenes sin volver a emocionarme. El arte no es patrimonio de la tristeza, el aburrimiento no tiene que ser intrínseco a lo sublime. Muchas veces los destellos más puros anidan en la risa.

Hablo de los Simpsons. No voy a hacer un alegato sobre la celebérrima serie (¿qué puedo decir yo que no se haya dicho ya?), no voy a loar sus virtudes, ni nada por el estilo. Sólo quiero describir una escena que me emocionó y (después de mucho tiempo sin hacerlo) me arrancó la lágrima. Una escena que me emocionará siempre y tal vez me hará llorar alguna vez más. Porque sé de lo que habla. Porque es un sentimiento universal:

Todos los Simpsons se encuentran en el salón viendo fotos familiares. Bart (el primogénito) se extraña de que entre todas ellas no haya ninguna de Maggie (la hija pequeña, un bebe de apenas un año). Los padres le dicen a su hijo que eso tiene una explicación. Entonces Homer (¿hace falta presentación?) se lanza a relatarles una historia: Estamos en los años ochenta. Son tiempos felices para el matrimonio Simpson: tienen dos hijos (Bart y Lisa), económicamente están asentados, etc. Tanto es así, que Homer decide dejar su esclavizante trabajo en la central nuclear para cumplir el sueño laboral de su vida: Trabajar en la bolera del pueblo (jeje). Por supuesto, tratándose de Homer, alguien que nunca ha simpatizado con las medias tintas, su despedida del trabajo no va a ser muy discreta: coge a su jefe y lo pasea por toda la central con un carrito dándole golpecitos en la cabeza a modo de tambor, ante la risa de todos sus compañeros, para finalmente arrojarlo bruscamente cuando llega al final del trayecto. Es lo que podría llamarse “un punto sin retorno”. Pues bien, el idílico trabajo en la bolera resulta ser tan idílico como se imaginaba: Todo el mundo le aprecia, adora lo que hace. Llega a confesar que nunca ha sido tan feliz en su vida. Entonces ocurre algo que lo va a trastocar todo: Marge se queda embarazada. Suceso que intenta ocultar a su marido, viendo lo feliz que es con su nueva vida. Sin embargo, como es lógico, acaba enterándose. Homer se desmorona. Sabe que con su sueldo de la bolera no va a poder alimentar otra boca más. Sólo le queda una dramática opción: dejar su trabajo de ensueño e intentar suplicar a su antiguo jefe que le devuelva su puesto. Aparecen nubes en el cielo, llueve, es el fin de un sueño. El jefe, contra pronóstico, lo readmite, pero con una condición: en la pared que hay delante de su mesa de trabajo hace instalar un cártel gigante en el que pone con letras bien grandes: “Don´t forget: You´re here forever” (No lo olvide: está aquí para siempre). Obviamente lo hace para mortificarlo, para acabar con todas las esperanzas y sueños de Homer. Éste se siente muy abatido. Tras ello y unas cuantas peripecias más, nace su hija. El desdichado papá va al hospital a verla. Ella está en los brazos de su madre y, cuando ve a su padre, sonríe. Homer también termina por sonreírle. Y con esta imagen termina el relato a sus hijos.

Bart le dice que la historia está muy bien pero que aún no les ha dicho donde están las fotos de su hermana pequeña. Homer le contesta que están en el mejor sitio donde pueden estar. Empieza a sonar una música melancólica. Entonces acontece una de las mejores escenas de la historia del cine (aunque fuese en una serie de dibujos de televisión): La cámara hace una panorámica del lugar de trabajo de Homer, se acerca y se detiene en el mortificante cártel que ahora, descubrimos, se encuentra lleno de fotos de su hija pequeña, tapando varias letras. Entonces en donde antes ponía “Don´t forget: You´re Here forever” ahora podemos leer: “Do it for her” (Hazlo por ella)

Es una de esas escenas que quedan detenidas en el tiempo, flotando en la mente, en definitiva, una escena inmortal para quien la hace suya. Cumpliré años, envejeceré y seguiré el discurrir inevitable de la existencia, pero siempre esbozaré una sonrisa cuando recuerde que Homer está suspendido en el tiempo sentado en su escritorio trabajando en algo que odia...

Y que lo hace por ella.

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26 comentarios:

  1. Sé soso el comentario, pero:
    :)

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  2. Comienzas el año muy romántica.
    Pero que muy romántica y sentimental.
    ¡La ternura de Homer!
    La verdad es que me has sorprendido gratamente.
    ¿No es esa la realidad de la mayor parte de los y las mortales, convertir el sacrificio en deber?

    Te deseo una década llena de felicidad.

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  3. Irremediables hábitos seculares de género que lavan el cerebro, especialmente, a la parte femenina de este mundo. Dar todo a cambio de nada. Es lo que se espera de más de la mitad del mundo... useasé: nosotras...
    No está mal ese pequeño faro simpsoniano como método didáctico, aunque no vaya a servir de gran cosa... ¡pues no queda! Pero aún así, parece que comience a haber vida ahi fuera.
    Pasé por un trance idéntico en carnes de una buena amiga no hace tanto y lo ha conseguido. Cambió su vida de arriba a abajo y ahora si no más feliz... al menos, no es tan infeliz jeje! o esclava de unos principios que nadie le preguntó si suscribía.
    Ojalá lo consiga también ella Sirenita. Os deseo lo mejor a las dos. Un beso.

    P.D.: las chicas buenas van al cielo y las malas... a todas partes.

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  4. A pesar de los pesares, soy un firme seguidor de los Simpson. Hommer me parece uno de los personajes mejor logrados de la TV de todos los tiempos. La ironía y el sarcasmo con el que los guionistas tratan los temas son inmejorables, sutiles a veces, brutales otras. Pero la grandeza es precisamente, como tú lo describes, que demuestra que la vida misma es una ironía. Descrito a la perfección por los guionistas de la serie. Nos duele llamar a las cosas por su nombre, otros no lo soportan, pero pocos se resisten a reconocerse cuando se ven retratados tal cual en la vida de los demás. Un sarcasmo recurrente y lo manejan a la perdección en la serie. Somos occidentales, qué le vamos a hacer.

    Tu amiga. Yo le diría que la mejor forma de empezar a mirar por sí misma es seguir queriendo a los demás, pero aprendiendo a ser más receptiva con las cosas que, quizá, no haya sabido aprehender. Deseos que tal vez no se haya planteado, debería procurar alcanzar. Pero nunca sin dejar de querer.

    Un abrazo, Sirena
    Chuff!!

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  5. Me parece maravillosa la manera en que describes esta escena, ha sido hermoso para mi emocionarme leyéndote, incluso más que viendo la escena, haz sabido poner la esencia.

    Es la diatriba de muchas personas.

    Un saludo muy grande y feliz 2010

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  6. Qué escena, qué historia...

    nada más que decir que no lo hayas dicho ya, con certeza

    Un beso

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  7. Hola y feliz vida.
    Encontrar algo o alguien por lo que seguir adelante, sea cual sea el punto en el que te encuente en la vida, es otra faceta humana que me sigue haciendo pensar en que si realmente vivimos o sobrevivimos.
    Desde luego, tener a alguien, y renunciar a tu sueño por acompañarle/a en este viaje... merece la pena. Creo que aquí andamos muchos.

    besos

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  8. Quizás hoy haya empezado ese cambio. Un abrazo fuerte, y lo mejor de lo mejor para el 2010. Precioso revulsivo para todos.

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  9. Desde
    Oaxaca...

    Inventando
    Trasmundos...

    (Te regalo un acróstico para que lo descifres esta noche de Magos)...

    Siempre, Pau...

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  10. No creo que nadie, haya caminado cien pasos sin al menos decidir dar noventa. Lo que ocurre es que los diez restantes son los de los giros, los que guían el camino. Por lo que siempre se está a tiempo de ser tu propio chofer. De todos modos, si te sirve de consuelo - a tu amiga-, todos, absolutamente todos, solo hemos podido decidir sobre el 50% de ellas. Lo que no te convierte en ninguna excepción. Si deseas cambiar y eres consciente de que quieres cambiar, ya es un paso enorme, a ese despertar no estamos llamados todos los mortales. Así es que te deseo lo mejor en tu nueva andadura, y cuéntanos tus descubrimientos.

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  11. En ese capítulo no contaron que Homer, más pronto que tarde, tras el intento de engañarse a sí mismo, recolocará las fotos de su niñita, y se podrá leer “DO FOR. GET YOUR FEVER” (Muerto. Toma tu fiebre. “Traduzco” porque no tengo claro que sea eso lo que signifique). Oye, es divertido esto de jugar al Scrable.

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  12. Sólo los que por vida han buscado su propia sombra son capaces de medrar en la esperanza de un nuevo destino próximo. Los que se acomodan a sombra ajena, por frondosa que sea, no dejarán de ver cómo el viento acaricia las altas ramas que no le serán propias y siempre ajenas. La conquista de la propia sombra es un camino erizado de espinas e incomprensiones. Nadie entiende aparentemente su necesidad ni regocijo para qué quieres ser otro, en el entendido de ser más tú. O comenzar a serlo de una vez por todas. El tiempo te aplasta en la constancia de su costra contra el burladero de la vida. Apenas al final si puedes esgrimir que portas en la mano una raíz, la rama pequeña que florece cansada de no tener sustento, pero tuya. Has sabido salir de la sombra en hongo atómico que arracima todo y todo lo envuelve y amolda bajo su peso capital, sembrando puertas por las que no hay escape. Y tú puedes verlo desde lejos, sin ramo de laurel ni más recuerdos que los que dejaste escapar para intentar no verte como ajeno.

    Así veo tu último trabajo.

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  13. t kiero, Sire

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  14. -I-
    - “Mi amiga vivió siempre para la gente que quería. “
    Mi querida Sirena, usted siempre nos deja cuanto menos una frase para una reflexión profunda. Da gusto leerla. Da gusto disfrutar del fondo, de la forma, y hasta del enfoque de cualquier cuestión que nos proponga. Sus textos están vivos, son chispeantes y sobre todo tienen alma, ese no se qué que te remueve por dentro y te deja buen sabor de boca a pesar de que el tema tratado haya sido complicado, en el sentido más vaporoso y abstracto del concepto. Está claro que usted no escribe porque sí y ni tan siquiera para satisfacerse a si misma. Usted escribe porque lo necesita y le sale de dentro, y nosotros la leemos porque lo necesitamos y nos sale de dentro. Pero con ser cierto lo que expongo, al menos en mi opinión, no era esto lo que pretendía subrayar de sus escritos.
    Repito. Cuando usted escribe siempre parece haber una frase que yo percibo, y a lo mejor es sólo una apreciación personal, está ahí como una provocación. Es una especie de señal intermitente de la que te puedes percatar o que podrías perfectamente ignorar sin que pasara nada extraordinario. Pero si está, imagino, no es por casualidad. Por supuesto que se puede ignorar, pero ignorarla no la eliminaría del texto y tan sólo podría – que no lo sé – dejar en evidencia al lector desapercibido.
    Lo siento. Ya sé que me lío, pero ese lío en mi es un lío gratificante que me permite justificar el estar permanentemente perdida y pretender seguir buscándome.

    ... Continuará ...

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  15. ... Continua ...
    - “Mi amiga vivió siempre para la gente que quería” - Escribe usted.
    Leer y releer esta frase me ha producido una terrible desazón, se lo aseguro. Si, si, “¡terrible!”… Si, “¡desazón!”…
    Vivir así es terrible, pero terrible ¿para quién? … ¿Para el que vive así? ¿Para las personas por las que se vive así, si son capaces de percatarse de ello? ¿ Para las personas que viviendo en el entorno a la que vive así no forman parte del circulo de personas que motivan, posibilitan u obligan vivir así, y que para colmo de males por supuesto que se percatan de ello?
    ¡Terrible! Reitero mi apreciación sobre el hecho y compadezco a la persona que condiciona y limita su propia vida a tanto y a tan poco, porque seguro que es tanto para ella misma, y tan poco para el concepto generalizado de los demás. Pero como yo suelo formar parte del circulo exterior, de esos que viviendo en el entorno de quien también, como su amiga, se siente tan terriblemente condicionada, y no tenemos entidad suficiente como para mediatizar, aún si pretenderlo, el sentido real de la vida de nuestros próximos, pues me lamento por ella, por la persona condicionada, y por mi misma, por la despreciada, olvidada, puesta en segundo lugar, más allá de donde los sentimientos son tan arrolladores que arrastran a quienes los sienten de una forma tan terrible.
    Cuando alguien condiciona su vida, la condiciona por determinadas personas próximas a ella, no por todas; y esas personas están perfectamente identificadas por quien se siente condicionada. Es una elección personal. Y toda elección personal puede generar exclusiones nacidas de razones injustificadas y no del concepto de razón común de los mortales, si es que hubiera alguno. Por tanto, como decía aquel, o como digo yo para consolarme, sin consuelo, y tratar de animarme en mi caso, pues eso: “que saña con gusto no pica”
    ¿Que qué quiero decir? Pues quiero decir que no. Que su amiga no me da pena por percatarse de lo que se da cuenta ahora. Que ella pudo elegir y seguramente lo hizo. Que elegir no es fácil. Y que cuando se elige se corre siempre el riesgo de equivocarse. Pero lo dicho: “¡que con gusto no pica!”
    El autentico problema lo tenemos los del circulo “polar ártico”, es decir, los del circulo exterior con pretensión de algo más, los auténticos “autistas” del entorno. Esos que casi siempre nos encontramos ajenos a nuestra realidad, con la ilusión de ser reconocidos de vez en cuando por quienes nos importan sin que ellos se percaten de que existimos, y, a pesar de todo, pretendiendo sobrevivir a toda costa pero sin entender casi nunca nada.
    - ¡Que podemos protestar! - Por supuesto que podemos. Pero como nunca suele haber nadie al otro lado del aparato, a final termina una por convencerse, o resignarse, de que no vale la pena abrir la boca.

    ¡Caray!, que a gusto se está tumbada en esté diván. Eso si, supeditados a las limitaciones de la técnica al uso.

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  16. Algunos son capaces de renunciar a los propios sueños por aquellos que quiere, por aquellos que le acompañan en la vida, por aquellos a los que somos incapaces de ver sufrir, aunque sea un poco, aunque sea nada. Como hizo Homer. Como hacemos tanto, renunciando a la vida que ansiamos por la de aquellos que amamos.

    Simbad el Marino.

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  17. vi ese capítulo y se me estrujó el alma con semejante final. quién lo habría pensado del descuidado e inmaduro Homero?... envolver los sueños de alguien más...

    en cuanto a tu amiga. que cierre los ojos y comience a caminar hacia adentro. todos los días un poquito y al otro día un poquito más. que disfrute del paisaje hasta enamorarse de ese camino, de las piedras, las brisas ligeras y todo lo demás. cuando menos lo espere no le quedará más remedio que valorar ese lugar. amarse desde su intimidad. que no espere que nadie le enseñe eso. cuando constantemente te llevan de ti, el egoísmo no es tan mala cualidad. podría salvarte la vida.

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  18. Mucho me temo que a su amiga le costará mucho revertir la situación; una mujer muy sabia que conocí, sostenía que: "El que se acostumbra a recibir, es incapaz de dar"
    Ojalá que su amiga tome el ejemplo del nunca bien ponderado Homer Simpson, un tipo capaz de grandes sacrificios como el que Ud. refiere, pero que no le hace ascos a ningún impulso o satisfacción personal

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  19. Tus letras son para saborear cuando forman las palabras

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  20. Nunca es tarde para aprender. Espero que tu amiga lo consiga. Tiene todo el derecho a ser feliz.
    Si tiene acceso a esta entrada, seguro que se sentirá muy agradecida. Su sacrificio, al menos, es reconocido por ti.
    Entrañable y ejemplar historia la que nos narras de Homer. Seguro que será ilustrativa para tu amiga. Conozco a varias madres que se parecen a tu amiga y afortunadamente hay quienes saben apreciar su trabajo abnegado y totalmente desinteresado.
    Un abrazo para ti, Sirena

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  21. Por si no lees panfletos.

    http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/19/cultura/1263918339.html

    No es Daniel Day-Lewis pero... me da que con Vigo Mortensen, al menos un ratito, te entrarían, tropicales sí, pero calores.

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  22. Muchas gracias por la sugerencia, Lobito.
    Si alguna vez escribo -y la indolencia tropical me lo permite- no será sobre la película sino sobre la novela (es magnífica), y lo colagaré aqui... Y te lo dedicaré.

    Beso

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  23. Tus entradas son esencia, diamantes y obras maestras y como tales esperadas como agua de mayo.

    ¿Cuándo otra lluvia?

    Tierra reseca

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  24. Hermoso, a veces faltan relatos que te devielvan la vida y te hagan volver a lo básico

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  25. Enternecedor...Como tú.

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  26. Gracias por hacerme recordar esa escena... y por ayudarme a darle animos a mi esposo cuando el futuro de su trabajo es incierto, pero que esperamos a nuestro primer bebe... :)

    Tu y Homero me hicieron llorara!!!

    Mil gracias!

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