.
El destino puso todos los sueños en mi mano
Si tuviera las telas bordadas del cielo,
hechas delicadamente con luz de oro y plata,
las telas azul, tenue y oscura
de la noche y la luz y la media luz,
las extendería a tus pies:
Pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños;
y he extendido mis sueños a tus pies;
pisa con cuidado porque pisas mis sueños.
(W.B. Yeats)
Incluso los hombres más tranquilos se enamoran. Pero sólo éstos saben esperar. No se dejan llevar por la impaciencia, manejan los tiempos con frialdad y confianza, seducen y aguardan. Cuando John Wayne ve por primera vez a la pelirroja Maureen O´Hara sabe que ella es la mujer. Puede que sea un pensamiento algo ingenuo, pero es que la felicidad siempre tiene cierto componente de ingenuidad y, al fin y al cabo, están en Innisfree. Sí, ella es, no hay duda. Sin embargo, el hombre tranquilo no permitirá que las prisas sean sus consejeras. Todos solemos precipitarnos con ansia hacia aquello que queremos, propulsados por el angustioso pensamiento de que no hacerlo puede significar perderlo irremediablemente. Nunca el miedo dirigirá sus pasos. Se acercará lento y seguro, se colocará frente a ella, la saludará cortésmente..., cogerá con las dos manos un poco de agua bendita de la pila y se la ofrecerá para que se santigüe. Ella, nerviosa y paralizada por lo inesperado, terminará aceptando el ofrecimiento, tras lo cual se marchará precipitadamente con aparente aire ofendido. Qué se habrá creído, dirá para sus adentros la temperamental pelirroja. Su autosuficiencia y su dignidad de mujer le impulsarán a alejarse rápidamente de ese hombre tan impertinente. Pero su gesto (atrevido y confiado) la ha subyugado, tal vez aún no es amor pero sí un comienzo. Algo ha germinado en ella y ahora, mientras se aleja, no puede evitar girar el cuello y mirar de soslayo un par de veces a ese hombre tan insoportablemente seguro de sí mismo. Más tarde, la mujer, ya en su casa e inmersa de nuevo en la rueda de la rutina, pensará repetidamente en el encuentro acontecido. Nunca ha sido una sentimental. Es una mujer de carácter, pragmática, que no suele frecuentar la imaginación. Sin embargo, no logran difuminarse de su memoria aquellos segundos que, sin saberlo aún, cambiarán su vida.
El hombre tranquilo ve a la pelirroja alejarse, más bien huir apresuradamente. Cualquiera que viese la escena pensaría que el hombre ha aniquilado de un plumazo todas sus opciones. Él no tiene dudas y si las tuvo han desaparecido en cuanto se ha percatado de que ella se ha vuelto para mirarlo disimuladamente dos o tres veces. Podría salir corriendo en pos de ella para disculparse o para iniciar el cortejo en el caso de que se mostrase receptiva. Pero se quedará quieto, apoyado en el muro de piedra, respirará hondo y se dejará mecer por el paisaje de verde infinito y sereno. Comprende que es cuestión de tiempo y la paciencia es su estilo. Enciende un cigarrillo y entonces piensa en lo poco que le importa esperar.
¡Y qué poco importará que la pelirroja sea la hermana de su íntimo enemigo! ¡Qué poco importará que ella, recién casada, le desprecie por culpa de la dichosa dote! ¡Qué poco importará que tenga que sacarla a la fuerza de un tren (incluso los hombres más tranquilos pierden de vez en cuando los nervios)!
Nada de eso importará porque ella es la mujer de su vida.
Nada de eso importará porque él es su hombre tranquilo.
Nada de eso importará porque están en Innisfree.
El hombre tranquilo al fin ha encontrado su lugar en el mundo.
.
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EL AMOR SI FUERAMOS ETERNOS
El tiempo limita todo. Absorbe y engulle la vida hasta tal punto que la vida sin tiempo no sería vida, sería otra cosa. La reducida comprensión del hombre sólo puede tratar de abordar un mundo reducido, encorsetado por sus fronteras temporales; fuera de ellas está lo desconocido, llamémosle nada, y la nada no puede ser comprendida. Como decía Oscar Wilde “A veces, pasamos años sin vivir en absoluto y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante”. Partiendo de esta premisa habría que aceptar que el tiempo limita todo pero no es lo que mide la vida, es el vivir la vida la que mide al tiempo.
A modo de ejercicio literario me encantaría decir: “vamos a suponer que no existiese el tiempo”. No puedo. Es inabarcable, cualquier acercamiento racional sería una farsa. Sencillamente la razón no puede aceptar el desafío.
Admitamos, pues, que no podemos eliminar el factor en cuestión. Pero sí podemos trastocar un poco el proceso, utilizar la fantasía para manipular ciertos preceptos naturales. Establezcamos una suposición tan descabellada como asumible para la imaginación: no existe la muerte. Además no existe la vejez tal como la entendemos: la persona nace y se desarrolla hasta cierta edad, pongamos los 30 años, en la que se detiene por completo su evolución.
Podríamos concebir millones de hipótesis y conjeturas sobre infinitos temas inspirados por este contexto tan particular. Pero esto es un texto sobre el amor. Y por tanto sólo voy a plantear una cuestión: ¿Si fuéramos eternos el amor podría serlo también? ¿Existiría el amor verdadero? ¿O, paradójicamente, el amor eterno existe precisamente porque morimos?
Y aclaro: hablo de amor romántico, no de amor filial, paternal, fraternal, etc. Por cierto, siempre he pensado que todos esos tipos de amor en realidad no son amor. Son otros sentimientos, otras ligaduras emocionales a las que simplemente no hemos encontrado otra denominación. No digo que sean mayores o menores, mejores o peores… simplemente creo que no se puede meter en el mismo saco. Son sentimientos cualitativamente distintos que no deberían ser recogidos por la misma palabra. Para mí el amor es todo aquello entroncado con el romanticismo y la pareja. Habría que inventar una palabra que expresase los restantes tipos de amor. Lo digo muy en serio. Creo que el Lenguaje no ha resuelto bien todo este asunto.
En cuanto a las preguntas formuladas, me figuro que el romántico contestaría que claro que ciertos amores serían eternos. Me argumentaría con buen tino que cuanto más tiempo pasase, los lazos forjados serían más fuertes y por tanto más difíciles de romper… ¿Cómo podrías desprenderte de una persona con la que literalmente has compartido siglos, milenios, de vida en común?
Por su parte, sospecho que el pragmático me contestaría con un rotundo no, sería inadmisible atar tu vida a la de alguien y perderse en el infinito. Incluso apostillaría que tantísimo tiempo compartido engendraría hartazgo, rencor y demasiadas cuentas pendientes, cosas que en nuestra vida real podemos soslayar porque fallecemos. La fugacidad de la existencia hace que nada sea verdaderamente importe.
Ahora llega el momento en el que es conveniente que me posicione, que muestre mi postura sin ambages. Y la verdad es que debería de no tener respuesta, no decantarme por ninguna. Creo que no debería tener respuesta porque el amor es en realidad un enigma. La ciencia puede hablar del impulso sexual, del imperativo biológico que nos exhorta a reproducirnos, de la bioquímica de la atracción… pero no puede explicar ese destello que te une mágicamente a otro ser, ese suceso demasiado humano que contradice nuestra naturaleza evolucionista.
¿Cómo podría aventurar lo que supondría un enigma (el amor) dentro de otro enigma (la vida eterna)?
No tomaría a la ligera el amor. No lo haría porque el amor es ante todo misterio y magia. No debería tener respuesta y, sin embargo, la tengo: Si existe la eternidad, existe el amor eterno.
EL CAMINO DE IDA

Tengo que alejarme, estoy cansada. Gracias a todos por vuestra compañía, fue un verdadero placer..
De pie en la playa donde te conocí permanezco inmóvil mientras contemplo tu figura alejarse, cada vez más pequeña, rumbo a mares y mundos en los que espero encuentres lo que necesitas.
Estoy asustado, muy asustado, y me pregunto cuándo empecé a creer que tu sitio era éste y no el mar infinito desde donde un día llegaste. Fui tan iluso pensando que porque tus suaves palabras fueran bálsamo para mis heridas, para la vida, ya me pertenecías...
Aprieto los dientes con fuerza, enjuago las lágrimas que empañan tu reflejo, y reúno fuerzas para gritarte: “Gracias Sirena... Gracias por regalarme tu mundo y hacer que ya nunca más pueda volver a sentirme solo...”.
Un abrazo y mucha suerte en tu camino.
Estoy asustado, muy asustado, y me pregunto cuándo empecé a creer que tu sitio era éste y no el mar infinito desde donde un día llegaste. Fui tan iluso pensando que porque tus suaves palabras fueran bálsamo para mis heridas, para la vida, ya me pertenecías...
Aprieto los dientes con fuerza, enjuago las lágrimas que empañan tu reflejo, y reúno fuerzas para gritarte: “Gracias Sirena... Gracias por regalarme tu mundo y hacer que ya nunca más pueda volver a sentirme solo...”.
Un abrazo y mucha suerte en tu camino.
Godewing
me animo a caminar, a volver a mirar para ver, a asomarme a tu ventana en espera de ambrosias que echarme a los ojos... y para ti fue un verdadero placer. Para mi... no tendría espacio suficiente que lo expresase claramente.
ResponderEliminarsabes en el mundo que vivo. Es, por supuesto, el tuyo.
Un abrazo, de corazon.
Beso, corderita.
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ResponderEliminarTodo acaba para que pueda parecer algo
ResponderEliminarQuerida Sirena, como digo arriba, todo acaba para que pueda haber parecido algo; es a lo que uno se agarra en última instancia para sobrevivir. No me siento menoscabado por el "desbarrancamiento" final del mundodesolos: iba implícito en su naturaleza y espíritu. Para mí sólo fue que a ti te gustaba, e intenté seguir su mecanismo. ¿Qué puedo decir de la generosidad a ultranza, extrema, de la única persona que se ha ocupado de lo que escribo? Desde luego, veo que has de concederte para ti y nada más el tiempo del mundo que haga falta.
Por favor, trata de descansar lo que bulle dentro de ti y no te asomes mas que a ti misma para recuperar tu mejor patrimonio, el equilibrio. Eres muy fuerte y sabrás hacerlo y salir adelante con renovadas energías. Seguramente lo que pasa es que debes cerrar esa puerta para abrir otra enteramente tuya, que no será otra que escribir y zambullirte de lleno en tu propio mundo. Siempre te consideraré (y no es en modo alguno una despedida, sino todo lo contrario), alguien a quien vale más que la pena seguir los pasos y escuchar, por lo que te debo todo mi cariño y reconocimiento, y recibe un fuerte abrazo, K
Totalmente confusa, se lo aseguro, y a pesar de ser ése mi estado natural hoy,- tras leer su entrada y leer al Rey de Metro,- me asusta un poco.
ResponderEliminarHoy por primera vez en mucho tiempo no llego a entenderla del todo y por el contrario le entiendo totalmente al él, y eso es precisamente lo que me confunde y asusta; eso y lo que adivino podrían ser sus consecuencias.
Por mi bien confío no acertar.
De pie en la playa donde te conocí permanezco inmóvil mientras contemplo tu figura alejarse, cada vez más pequeña, rumbo a mares y mundos en los que espero encuentres lo que necesitas.
ResponderEliminarEstoy asustado, muy asustado, y me pregunto cuándo empecé a creer que tu sitio era éste y no el mar infinito desde donde un día llegaste. Fui tan iluso pensando que porque tus suaves palabras fueran bálsamo para mis heridas, para la vida, ya me pertenecías...
Aprieto los dientes con fuerza, enjuago las lágrimas que empañan tu reflejo, y reúno fuerzas para gritarte: “Gracias Sirena... Gracias por regalarme tu mundo y hacer que ya nunca más pueda volver a sentirme solo...”.
Un abrazo y mucha suerte en tu camino.
Gracias, Sirena, por tu bella escala entre nosotros.
ResponderEliminarSi te falta el oxígeno, zambúllete en el océano.
Se que las sirenas sois inmortales, y espero que una noche de luna llena vuelvas a estas playas.
Hasta entonces,Sirena
Espero y deseo que sea un ausencia breve.
ResponderEliminarUn abrazo
Veo que te marchas de verdad Sirenita, has dejado abiertos los comentarios.
ResponderEliminarGracias por tu generosidad y todo lo que me has dado aquí, no tengo palabras. Muchos besos
Edurne
Te he leído, me he conmovido y un iceberg derritiéndose me ha helado el corazón, como cuando algo muy grande aparece y enturbia nuestras vidas. Ha empezado a llover a cántaros.
ResponderEliminarDeseo que esta distancia sea sólo un tomar distancia en un horizonte hirsuto.
Un gassho grande, intenso y que abarque todo tu universo.
Esta entrada es inmensa.
Inuits
Sirena,
ResponderEliminarEso es maravilloso, que seas bálsamo para alguien y por ese motivo debes seguir, cuando puedas. Todos somos bálsamo en algún momento y eso debe ser tomado como dicha y como GRACIA = a un don que nos impronta, emana e irradia a los que rodea. Rcuerda: "Lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar y su luz puede alcanzar la oscuridad de otros" y eso no puede negarse, hay que regalarlo.
Un beso.
No sé si es menuda como un soplo
ResponderEliminarni si tiene el pelo marrón
o un aire entre tierno y triste
como un gorrión
Le gusta andar por las olas
de atolón en atolón
sin que nadie le eche mano
como un gorrión
Gracias por el apoyo logístico al Sr. Serrat que me permite despedir a esta maravillosa gorriona con escamas. Me tranquiliza saber que, además de los gorriones, mis afectos son inmortales, y el mar está lo suficientemente cerca. Bon voyage
Cómo se vuelve todo del revés;
ResponderEliminarcómo el tiempo pierde su pátina dorada;
cómo la verdad se fue dormida y se llevó una sonrisa;
cómo todo fue el rastro de la vida
de verdes brisas
ensueños rotos.
Cómo la verdad fue siempre la página insondable de un lecho marino.
El inaudible cruzar el sesgo.
La escindida ausencia de un lienzo en blanco;
un suspiro acuciado de silencio.
A mi musa
Diez días han transcurrido desde el camino de regreso al camino de ida. Y en medio de esos días algo se ha roto y ahora nos visitas con esta aturdidora confesión. No voy a propiciar cavilaciones ociosas cuando tu parquedad es así de contundente y severa. De alguna manera ya lo intuías cuando escribiste en Insoportablemente frágil que “somos bombas de relojería que podemos estallar en el momento más insospechado”. Tan sólo espero que las eternidades ficticias no se hagan con todo tu ánimo y encuentres la fuerza que en otras ocasiones te llevaron, por ejemplo, a ir en busca del anciano perdido, venerable anciano que también se hizo con parte de mi adolescencia.
ResponderEliminarCesará el cansancio. Recuperarás la proximidad a tu ser porque tú, sobre todo, crees que no somos nadie sin el contacto con los otros. No te apremies ni te obligues. Sucederá, ya lo verás. Mientras tanto sabremos esperar sin olvidarte.
Querida Sirena, no tengo ninguna palabra que decir, la decisión es tuya, la necesidad de alejarte también, el cansancio está sobre ti y yo quisiera ayudarte a aligerar todas esas cargas, pero sé que eso solo el tiempo y el buen sabor de lo hecho lo curan...
ResponderEliminarGracias Sirena, por cruzar tus mares, por dejarme atravesarlos, por los buenos momentos, las bellas palabras... quizás en otro atajo nos encontremos, mientras sé feliz...
un abrazo grande, hermosa Sirena
Gracias.
ResponderEliminarTu compañía fue agradable.
Habrá vuelta en algún lugar propicio para que varen las mejores sirenas.
Un beso.
Me alegro que ya no esté la expresión "rota"...va bien la cosa. Mucha suerte y hasta la vuelta.
ResponderEliminarUn abrazo maño
Acepto que los gorriones vengan y se vayan. Les agradezco lo mucho y bueno que me han enseñado y espero que no tarden demasiado en gratificarnos de nuevo con su presencia, siempre deseada.
ResponderEliminarMientras los gorriones y las sirenas cambian de Norte, uno se recreará en los recuerdos.
Hago mía la despedida de Godewin:
“Gracias Sirena... Gracias por regalarme tu mundo y hacer que ya nunca más pueda volver a sentirme solo...”.
Abrazos incontables, Sirena
(No lo publiques si no quieres. La broma va para ti).
ResponderEliminar************
Que está rota dice (ahora cansada). ¡Y a quién le importa!
Me dirijo a los hombres (a las mujeres os doy por perdidas; sois muy ñoñas, os gusta recrearos en la queja y el lloriqueo y os seguís la corriente entre vosotras).
Muchachos, ¿desde cuando somos una especie que respete la libertad individual, desde cuando miramos por algo más que nosotros mismos? Aunque la foto diga lo contrario, esa mano no mece un gorrioncito, ¡esa mano nos está estrujando los huevos! Tiene derecho a irse, pero eso no significa que tengamos que respetarlo. ¡Nadie puede quitarnos el tan nuestro derecho de pataleta!
¿Qué somos, nenazas? ¿Maricones? ¿Qué es eso de, “espero que estés bien”, con licencias poéticas de los “nuevos mares”, “gorriones y sirenas”, etc, etc? Que no hombre, que no, que nos ha jodido, que hasta hemos llorado.
Y si la pataleta no sirve para nada (que no nos va a servir), suframos con orgullo, como hombres, como haría Tony Soprano... montemos un Blog, llamémoslo grupodeterapiadeloscadaveresquedejoSirenaensucamino donde, quiera o no quiera, siga siendo nuestra.
Nota: Obviamente todo el comentario es broma (en particular, tómense como tales las “salidas de tono”). Es que me ha hecho gracia que en el goteo de comentarios, ¡nadie le cante las cuarenta a este bichejo malo!
Perdón por el comentario anterior. Era una broma a Sirena y como creía que estaba activada la lectura previa de comentarios, pensaba que no saldría publicado (además, como he escrito de "anónimo", no puedo borrarlo). Por favor, que nadie se moleste ni lo comente. Es una simple payasada. Mil perdones.
ResponderEliminarSi estás cansada, descansa pero no te alejes. No lo entiendo ¿qué te hicieron dulce Sirena para que abondones este blog que es parte de ti y de algun@s que te seguimos desde hace años, tanto te hicieron dulce Sirena?
ResponderEliminarNo dejes nunca de quererte...
ResponderEliminarBesos!
Voy y vengo a tu entrada desde hace días. Hay almas que he encontrado en esta realidad alternativa que me tocan de una forma especial. Tú eres una de ellas, algo que por otra parte ya debes de saber. Como supongo que les ocurre a la mayoría de tus lectores.
ResponderEliminarMe jode que te vayas, incluso más que al anónimo David&, pero es ancho el mar y no abundan las Sirenas como tú. Así que prefiero creer que cualquier día el celoso Neptuno tendrá la generosidad de compartirte de nuevo y te devolverá otra vez a esta playa que no quedará solitaria. Seguiremos volviendo al tantas veces, bello consuelo de tus palabras.
"Todos pertenecemos a algún lugar en cuerpo y alma... sólo que, a veces, cuesta encontrarlo" (Sirena Varada en el Blog de Cristal00k)
Así pues, ojalá sea por eso tu marcha Sirenita. ¡Bon vent i barca nova!
stupidwoman11@hotmail.com
ResponderEliminarpor si...
Mi querida "Amiga" Sirena, por razones de festividad y trabajo acabo de leer lo que parece ser tu última entrada.
ResponderEliminarCasi cada día entro para saber de ti, para enriquecerme con tus bellas palabras, para sentir...
Me he quedado sin palabras, pero intentaré entender.
Hasta siempre.
"Amigo"
Intento entender al igual que "AMIGO" pero como no comprendo nada sigo viniendo buscando nuevas palabras. Has volado y te echo de menos
ResponderEliminarEdurne
Todos nos cansamos. Y cree que merecemos descancar cuando el camino nos agota. Porque sólo de esa manera podremos volver de nuevo con fuerzas, con ganas, con ilusiones renovadas. Porque sea así, porque tus palabras siempre fueron tan lúcidas, constructivas y reconfortantes,que no me gustaría dejar de leerlas (aunque sé que es sólo por egoísmo)
ResponderEliminarUn beso fuerte
Has levantado un muro de impenetrable silencio. Y querría romperlo con palabras que son sentimientos, lágrimas que escribo porque ya hace mucho tiempo que se me olvidó llorar. No sé si mi actitud es heroica (me resisto a resignarme), cobarde (no me resigno porque no me atrevo a afrontar tu pérdida) o idiota (no me resigno cuando ya es imposible que vuelvas). Sea cualquiera de ellas, sean las tres, en todas subyace el mismo impulso: la negación de la resignación. No quiero volver a abrazar ese estoicismo en donde no tiene cabida ninguna esperanza.
ResponderEliminarSólo me resignaré cuando vuelvas o cuando tenga la certeza de que te has ido para siempre. Mientras haya grietas en esa certidumbre, seguiré siendo un héroe o un cobarde o un idiota.
John Self.
Parece que no soy el único que sueña con los cantos de sirena. Me uno a koolauleproso por si no volvieses.
ResponderEliminar¡Buen viaje!
¡PLÍÑ! un treinta cabreado
ResponderEliminarEstoy con DAVID AMPERIO, tenemos que pasar al contraataque y crear un blog de peregrinación; luego podemos tentar a la sirena desde allí con percebes, sardinillas de DIA (cuestión de presupuesto) y fletán negro (¿recuerdan qué famosos eran esos bichos?)
Ahora, ¡que se vayan preparando los que han hecho que nuestra musa se canse! (no se preocupe MAIKO, haré que parezca un accidente)
Me he apuntado la dirección de CRISTAL (¡vaya nombrecito colega, después se cabrea cuando nos metemos con las tías!); le voy a contar un chiste machista cada día, a ver si se cabrea tanto que viene a ponerme tibio y así la conozco
¡ATENCIÓN CODAMNIFICADOS, PASEMOS A LA ACCIÓN!
y Ud. COLA DE PESCAÍTO, no me obligue a mostrar lo maaaloooooo que puedo llega a ser
De acuerdo con ese blog de peregrinación. Las sirenas también vienen y van. Esperamos que después de tu tiempo, vuelvas
ResponderEliminarUn beso
En realidad no estamos nunca tan solos como imaginamos, incluso nuestras sombras cuando caminan por la calle, acogen a anónimos caminantes. Esto del Blog es un camino en solitario aparentemente. No lo dejes, no te obsesiones, juega con él, juega con nosotros. Besos.
ResponderEliminarDe allí venimos todos. De donde vienen los gorriones.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Sirena.
Chuff!!
Muchísimas felicidades, Sirena, por lo que tú sabes. Espero que no estés mucho más tiempo varada por la realidad: el mar está un poquito más triste desde que no estás.
ResponderEliminarAfectuosamente quien tú sabes.
Gracias, Jhon Self, por tu felicitación en este lugar que yo tanto amaba.
ResponderEliminarTus comentarios eran una alegría y un orgullo para mí. Aún recuerdo el que hiciste en una entrada -"en este momento o nunca"- que hoy me hace sonreír, pues sé que tuve el valor para pelear. Tenlo tú también en la vida.
Eres mi orgullo.
Sirena ya podías también haber saludado a los demás, también pasábamos por aquí, también te quisimos dar ánimos, pero este tal Jhon debió ser la bomba. Gracias por tu desconsideración. Ya es tarde. A lo hecho pecho.
ResponderEliminarEstimado señor DENAVEGANTES, espero que reflexione acerca de esta intervención absolutamente extemporánea. Es evidente que navega Ud. sin orientación ni sensibilidad, atribuyéndose una importancia desmesurada, y haciéndola extensiva a quienes no la hemos pedido.
ResponderEliminarJohn Shelf "ES LA BOMBA" para nuestra querida SIRENA y los demás secundarios por naturaleza (y alguno hasta PETARDO)
Le pido disculpas MAIKO, y si lo hago es porque he sentido vergüenza ajena ante el comentario del Sr. DENAVEGANTES
Yo me doy por saludado y apreciado a través de su generosidad de años, esa que le ha llevado a compartir con nosotros su tiempo y emociones sin obligación alguna de hacerlo.
No es tarde Sr. DENAVEGANTES para comprender que cada uno decide sus prioridades y los demás no tenemos derecho adquirido, ni a juzgar u ofender a quien nada nos debe.
A sus pies MAIKO.
Hola Sirena, vuelvo de tanto en tanto a ver si hay suerte, pero ya veo que no. Eso sí, me vas a permitir contestarle al bueno de Luzbel por alusiones.
ResponderEliminarOiga Sr. LUZBEL:
Entiendo que en un blog que se llama La Mirada de cristal en minúscula... no haya mucho donde pillarse para llamarme, algo que no tuve en cuenta cuando lo abrí... (las tías ya se sabe... somos todas unas cabezas de chorlito!) menos mal que por ahí anda el Señor Luz Bella, que por cierto tampoco se mató escogiendo... para poner las cosas en su sitio.
Hay un dicho en mi tierra que reza: díjole el pote a la sartén, no me toques... que me manchas!
Sieejjjqueeeee
Besos Sirena y pa vd. también Sr. Bella Luz.
Abrazos y mi admiración siempre Sirena.
ResponderEliminarGorrión eterno.
ResponderEliminarTus palabras con alas
encuentran cielos.
Vine de lejos para leerte de cerca... No sé qué decirte ahora, tú que me dijiste tanto entonces... Ya ves, sirena, no duele...
ResponderEliminarBesos desde Tenochtitlan, a un paso...
Pau
Cómo?
ResponderEliminarSirena, dejaste de estar varada?
Igual, andá, pero quiero que vuelvas.
Todo mi cariño, Mabel.
¿Y tú me lo preguntas? razón eres tú
ResponderEliminarQué desperdicio más inmisericorde que no despiertes de madrugada y te pongas dos o tres horas para ti a escribir y que puedas ser más veces yo de lo preceptuado en una línea única de apercibirte y entender el mundo. Hoy he vuelvo a leerte en un piano, unas manos, un artista:
"Siempre que escucho este disco me entran ganas de llorar. Pero esas lágrimas no se subyugan a la tristeza. Son lágrimas esclavas de la belleza. Sí, exacto: siento ganas de llorar porque tanta belleza me rebasa. Es de ese tipo de música que te sumerge en la ilusión de que el mundo es mejor de lo que es, que la vida no es sólo vida, que el reino de lo divino puede ser de este mundo. ¡Cuanta belleza! ¿Y qué es la belleza? Contestar a esa pregunta es equiparable a intentar explicar un sentimiento. Sé que lo que estoy escuchando es cruelmente bello pero no sabría argumentar porqué. Creo que todo aquello que verdaderamente importa se sabe pero no se expresa..."
Como buscar alimento y disfrutar cada instante. Cuando tienes la presa, calmas hambres, pero se acabó la caza...
ResponderEliminar"Y tengo tanta sed...
Está tan difícil llegar a entender los pulsos, brotando en tus dedos, manantial.
Esta tan ansiada tu presencia que satisfecha mi sed con pensarte... sin tenerte...
Estas heridas, sino curan, amansan su ardor al limpiarse con tus espacios, tus mares...
Y tengo tanta sed...
Que no caigo al ver que ya no manas, que secos dejaste tus brotes...
Que solo pienso en el frescor que aún reside en esta estancia, en tu ventana a mi sed, para calmar la búsqueda de otro pensar, de otro lugar, de otras palabras donde refrescarme."
Desconozco las costumbres
ResponderEliminarmigratorias de las sirenas
pero ¡vuelve!
La crisis, las medidas anticrisis, el recorte presupuestario, el volcán Ejyloquesea, la ley antitabaco... y ahora vas y cierras el blog.
ResponderEliminarMe alegro, nunca me gustaron los blogs. Me prohibí entrar. Y como buen canalla lo hice clandestinamente.
Nos vemos en el viento.
Por cierto, odio escribir y que tengas que darle el visto bueno, bórrame.
Este mensaje se autodestruirá en 3 segundos, dos, uno... ¡Pufff!
Creo que tienes derecho a ausentarte. Pero deja libre esa tinta que se escapa día tras día por las grietas de esas venas incontrolables, que no se resignan a ser taponadas, únicamente por haber escrito una frase de despedida o por un mal momento.
ResponderEliminarHay Ulises para los que tú eres...
La única, la insustituible, la imprescindible"""""SIRENA VARADA"""
¡Anda!!! Que te queremos y necesitamos!!!!!
El mar, es silencio sin ti.
Vive!!! Escribe!!! Sonríe!!!! Se feliz y haznos felices!!!!
Gracias
Los gorriones siempre me han puesto tierno.
ResponderEliminarHe dejado un espacio amplio en mi huerto para ellos. Son encantadores.
Gracias por tus palabras ausentes, ahora, en este espacio.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Sirena olvidó el camino de regreso?
ResponderEliminarMe asomo una vez más al mar infinito y miro fijamente a ese horizonte por el que te vi partir. Te echo de menos... Pero tus palabras encerradas en cristal que de vez en cuando me visitan son un buen antídoto para mi soledad. Y mientras la marea acaricia mis pies desnudos deseo que ese mar que te acoge sea en esta ocasión benévolo contigo.
ResponderEliminarTe envío unas notas que espero te lleguen a tocar. Un beso y una esperanza van entrelazados en ellas: un beso cariñoso y la esperanza de que todo aquello que te hizo tambalear ya esté muy muy atrás.
http://listen.grooveshark.com/#/s/Raein/2yZqPz
Quisiera ser exquisitamente respetuosa con su silencio y defensora a ultranza de su derecho a él, pero, ¡pobre de mi!, también soy de carne y hueso y me siento huérfana de sus palabras.
ResponderEliminarMe viene a la memoria una canción de Horacio Guarany que le ofrezco con todo mi cariño: "Si se calla el cantor calla la vida, porque la vida, la vida misma es todo un canto, si se calle el cantor muere de espanto la esperanza, la luz y la alegría."
Incluso alude a los “humildes gorriones”. ¿Será por algo?
키스 해 . 리틀 양고기.
ResponderEliminarBeeeeeeeeeeeee, beeeeeeeeeeee.
ResponderEliminarSe te echa de menos.
ResponderEliminarUn beso.
Jugué a imaginar, sin red, como si supiese...
ResponderEliminarTanta energía dando formas, olores y sentidos me dejó exhausto, vacío.
La obsesión por hacer real una imagen trastocó la percepción de la realidad hasta confundir las luces.
Mis ojos apenas pierden tiempo en parpadear y las lágrimas no consuelan mis visiones.
Y pasa el tiempo.
Lento.
Ahora, los recuerdos se prestan a engañarme y ya no sé donde deje de inventar para asegurar la certeza de mi locura.
Y pasa el tiempo.
Lento.
La confusión se muestra aterradora.
Ahora, me da miedo dejar de imaginarte, por si resulta que eres real.
A veces las palabras sólo son el resto de un cometa gigantesco que llevamos dentro de nosotros.
ResponderEliminarSólo dejamos flotando en la ingravidez del espacio, diminutas partículas de ese cometa, por miedo a lo que podría provocar si alguien viese el verdadero brillo de nuestro magma.
Las palabras que desprendiste de la cola de tu cometa, crearon un “mundo de solos”:
un mundo de estrellas.
Gracias en nombre de todos los planetas que tuvimos el privilegio de encontrar tu constelación.
P.D. Me gustaba la música que has suprimido.
Gracias amiga, tu "espacio" siempre brillará.
Que nadie se preocupe, que aquí llega el experto en Scrabble. Veamos, COALA S T, es sencillo:
ResponderEliminarTOCALA S
TÓCALA S-irena, cántanos una vez más.
¡Soy un puto artista!
ResponderEliminar¡PLÍÑ! un 60
ResponderEliminar¡¡Lo tengo!!: El canguro se llama S.T. Toile
Es habitual escribirlo así:
ResponderEliminarTEOREMA: l.s.s.s.e. (las siguientes sentencias son equivalentes).
i) S
ii) E
iii) F
Demostración:
Paso 1: se demuestra que S implica E.
Paso 2: se demuestra que E implica F.
Paso 3: se demuestra que F implica S.
c.q.d. (como queríamos demostrar).
Aunque como siempre, la gracia está, no en la cristalización final, sino en la lucha de cientos de años que llevaron a ella, y en las nuevas preguntas que aparecen: ¿felicidad es el espejismo de estar contigo?.
Lo que no hace falta explicar es cuál es el sueño, esperanza y felicidad de la pandilla de... de... de PERRITOS FALDEROS que estamos leyendo (escribiendo en mi caso) estas líneas: ¡queremos ver a ese gorrioncito un poquito más abajo! (No se te ocurra hacerte la lista dándole al Intro, ¡que no tiene gracia!).
Beso, princesa.
¿Cómo te va Sirena?
ResponderEliminarBesos
- Hola papá.
ResponderEliminar- ¿Que hay, G?
- Te llamo porque tengo la sensación de que no puedes dormir.
- Como siempre, mi hermosa y preciosa hija.
- ¿Recuerdas lo que usabas cuando yo no me podía dormir?
- ¿Dosis de opiaceos?
- No. Mirabas al mar y contabas sirenas.
- ¿Yo hacía eso? Soy mejor padre de lo que pensaba.
- Quizá deberías intentarlo. Te ayudará.
- Si. 1...2...3...no, eso es un león marino. 4...5...6...no, eso es un culo. 7...8...9...no, esa es Daryl Hannah. 10...11...
¡¡Hay una epidemia!!
Espero estes ya ma tranquila y mejor, y cuando te encuentres con animos regreses para seguir disfrutando del apasionante mundo de la literatura.
ResponderEliminarQue tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
Cielo, como dijo Machado, sólo se hace camino al andar.
ResponderEliminarNo recuerdo exactamente la cita (cómo odio a veces que exista Google y le haga a uno sentirse estúpido por empezar así una frase, ¡pues ea,, esta vez, me niego a buscarla!) pero decía algo así como, “antes de hacer algo piensa si es útil o bonito”. Me pareció una máxima interesante.
ResponderEliminarTambién creo que la única forma de hacer algo así, útil o bonito, ha de pasar necesariamente por el filtro de serlo para uno mismo: el concepto de “sacrificio” está idealizado o, al menos, sobrevalorado.
No tengo ni idea de lo que era para ti escribir en este Blog (acabo de identificarme). Pero sí sé que para mí, leerte, era útil y bonito. ¡Joder, cómo te echo de menos!
He andado buceando en mis propios mares interiores y paso a saludarte, a deleitarme en tus deliciosos horizontes de letras. Vaya, veo que también tú te has zambullido. Por la fecha, ya hace un montón de meses... Simplemente te deseo que sea para bien. Un saludo desde tu orilla.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarViendo la película, me chirrió muchísimo el comportamiento de ella a cuento de la “dichosa” dote. Y me enfadé (con la película y con ella), porque hasta entonces estaba disfrutando como un enano. Pero entonces, con suavidad, con tranquilidad, el hombre más tranquilo que el hombre tranquilo, el fantástico personaje del casamentero, le dice a Wayne, “eh, es que la dote es importante para ella” y, de repente, casi grité un, “claro coño, es que es importante para ella. Tú, cantamañanas (mi enfado se había traspasado a él), déjate de tormentos y haz lo que tienes que hacer”, y disfruté el final como un irlandés con el whiskey y una buena pelea.
ResponderEliminarUna delicia. Aunque, de historias de amor y John Wayne me quedo con “El hombre que mató a Liberty Valance”.
Hoy hemos sido afortunados y la marea ha traído hasta la orilla de esta playa tan querida una bella concha, como piedra preciosa, de esas que tú nos regalabas a menudo, relucientes, recién recogidas del fondo marino.
ResponderEliminarDoy gracias a las olas, al viento y a la espuma, y doy gracias a esa silueta plateada que veo alejarse sinuosa rumbo al horizonte, de regreso al silencio del mar profundo. Este hombre soñará más tranquilo tras leer de nuevo tus palabras, gracias.
El sueño duerme en la esperanza de jamás despertar, la consigna de todo impedimento humano que quiere trascender su propia irrealidad. Contra todo proyecto de sí mismo se alza la parte del espejo que te mira sin comprender mas que creyendo que eres otro. La esperanza es el aire que te columbra dormido sin saber jamás que flota sobre tu frente agitada de creer que no existe. Dormir crea el espejismo de que algo no sea igual a sí mismo ni te roce en absoluto nunca para que puedas campar tu desasosiego a las nulas anchas de su derrotero, por demás anfractuoso, que dicen que es un sueño. Todo lo demás es de los demás, y de ello hacen uso, peregrinación y abuso.
ResponderEliminar¡HOMÉRICA! Sirena
ResponderEliminarEs la sorpresa de pasar por aquí en espacios largos y leerte. No creas en el tiempo, cree en el ahora
A tus pies
Un gusto, sirenita
ResponderEliminarMe voy a echar en sus brazos para soñar juntos. Quien fuera el hombre tranquilo.
Buscador
Rodeo el pantano en lo que para mí es un paseo que me reconforta desde hace unos años y para los peregrinos un tramo del Camino de Santiago. Caigo en la luna llena en un cambio de dirección. Me sonrío cuando me dice, Créeme... Ella también se sonríe, porque así es y así no es de nadie.
ResponderEliminarSiempre hay luces que muestran lo que las sombras tapan... otras serán las que marquen caminos cuando no necesitemos abrir los ojos al caminar.
ResponderEliminarsin tropezar
sin movernos y sin parar.
a oscuras y deslumbrados.
salud.
Escuchar "el agua del lago lamiendo con leves sonidos la orilla" desde "lo más profundo del centro corazón" Supone haber hallado "ese" murmullo sereno, que todos buscamos incansablemente para disfrutar de la resistida felicidad.
ResponderEliminarBeso, princesa
Lo he encontrado Sirena, y no, no era yo. O sea, que me devané los sesos para nada, esperando que algo me clarificara la enigmática frase.
ResponderEliminar¡Cuídate del agua mansa!, decía mi madre. No se si lo dijo tras lavar a mano la ropa de séis gandules; pero la cuestión s que se me quedó la frasecita. Le cuento un secreto; al Jhon Wayne ese, lo tengo un poco atravesado cuando me enteré que se lió a ostias (imagine quién ganó)con el "comunista" Frank Sinatra... ¡sí, ese pequeñajo que cantaba de vicio y en un momento, tras un nuevo divorcio empezaron a llamarle Frank Sinotra. Además, de ser un poco facha, le ví dando de mamporros en muchas películas, con lo que puedo aventurar que la tranquilidad no era lo suyo. ¿Será que a las pelirrojas les van los hombres rudos?... ¡ellas verán!
Y por fin Poseidón, dejó en libertad a sus criaturas cautivas de ausencia.
ResponderEliminarY aunque se respira cierto aire de enigma en tu regreso, diré, que hay historias, las auténticas... que nunca pasan.
Como sea y por lo que sea bienvenida de nuevo, Sirenita.
(!) La URL contenía un ID de vídeo de formato incorrecto.
ResponderEliminarMisteriosa y enigmática, sorprendente y polifacética sirena.
ResponderEliminarQue no sea otro adiós
A tus pies
el mundo de solos… mundo donde los solos sueñan y en su soledad albergan esperanzas, atesoran sueños… muchas no se cumplen, otros llegan a hacerse realidad, todos ellos caminan en nosotros como piedras que nos hunden al vacío o en alas que nos empujan a volar…
ResponderEliminarno te busqué
ni me viniste a buscar
en el cruce del camino quien no buscaba cruzó con quien no iba a buscar… por qué buscar? si el camino nos cruza, si el camino nos conduce a un mismo lugar… y el mundo sigue su camino solo y los solos se dejan llevar…
un beso a la esperanza de los solos y un abrazo que como suave brisa acaricie los sueños hechos realidad
El tiempo superpone escenas,
ResponderEliminardeja cabos sueltos,
nada sujeta.
Los amores nada dejan,
vienen y se van,
nada sobrevive.
Encajo en un diseño inútil,
soy una cifra escuálida,
masa que palpita y delira.
No hay congoja,
sólo el desvarío florido
en que sucumbo
envenenado con mi propia sustancia.
Aturdido,
preso en el devenir de la tristeza,
no encuentro el modo de ser mundano.
Un instante fugaz es el paraíso,
un orgasmo a destiempo.
Bolaños.
Pájaros
ResponderEliminarOigo los pájaros afuera,
otros, no los de ayer que ya perdimos,
los nuevos silbos inocentes.
Y no sé si son pájaros,
si alguien que ya no soy los sigue oyendo
a media vida bajo el sol de la tierra.
Quizás es el deseo de retener su voz salvaje
en la mitad de la estación
antes que de los árboles se alejen.
Alguien que he sido o soy, no sé,
oye o recuerda,
si hay algo real dentro de mí son ellos,
más que yo mismo, más que el sol afuera,
si es musical la fuerza que hace girar el mundo,
no ha habido nunca sino pájaros,
el canto de los pájaros
que nos trae y nos lleva.
De Eugenio Montejo, un poeta que te gusta.
Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría
ResponderEliminarno podrá morir nunca.
Yo lo veo muy claro en mi noche completa.
Me costó muchos siglos de muerte poder comprenderlo,
muchos siglos de olvido y de sombra constante,
muchos siglos de darle mi cuerpo extinguido
a la hierba que encima de mí balancea su fresca verdura.
Ahora el aire, allá arriba, más alto que el suelo que pisan los vivos,
será azul. Temblará estremecido, rompiéndose,
desgarrado su vidrio oloroso por claras campanas,
por el curvo volar de los gorriones,
por las flores doradas y blancas de esencias frutales.
(Yo una vez hice un ramo con ellas.
Puede ser que después arrojara las flores al agua,
puede ser que le diera las flores a un niño pequeño,
que llenara de flores alguna cabeza que ya no recuerdo,
que a mi madre llevara las flores:
yo quería poner primavera en sus manos.)
¡Será ya primavera allá arriba!
Pero yo que he sentido una vez en mis manos temblar la alegría
no podré morir nunca.
Pero yo que he tocado una vez las agudas agujas del pino
no podré morir nunca.
Morirán los que nunca jamás sorprendieron
aquel vago pasar de la loca alegría.
Pero yo que he tenido su tibia hermosura en mis manos
no podré morir nunca.
Aunque muera mi cuerpo, y no quede memoria de mí.
(Feliz Navidad).
Respiramos, caminamos, añoramos... e incluso llorramos.
ResponderEliminarSe echa de menos lo que nunca se ha tocado.
Se busca el calor al final de los vasos, se enfrian los sueños al final de un abrazo.
Abrazo el aire que sé respiras, pues sigues viva.
salud.
Qué la Navidad, con sus copos de paz y amor, te cubran con una nevada de sonrisas indisolubles, vistiéndote con un abrigo de colores arcoiris y cubriendo toda tu existencia con perpetua felicidad.
ResponderEliminarTu "Mundo de solos" nos ha mimado a todos. Hay cosas que son imperecederas, al haber sido construidas con sólidos cimientos de amor.
Tú construiste un "Mundo" indestructible, en cada uno de los corazones que gracias a ti, jamás volvieron a sentirse "Solos"
¡Qué esta noche escuches repicar con más fuerza que nunca, esas campanadas en tu corazón!
Feliz_año Sirena
Cuando era pequeña mi abuela me repetía una y otra vez que: "No es más feliz el que más tiene sino el que con menos se conforma". A fuerza de repetirmelo terminé creyendo, sin mucha convicción, que podría ser verdad.
ResponderEliminarHoy sé, y no por la fuerza de la reiteración, sino porque la vida me ha enseñado, que tenía razón; que no se es más feliz por tener más... Lo soy y mucho cuando escucho sencillamente una canción: "Tenía..." Y aún más compartiendo un bizcocho de chocolate fundido.
Deseo que sea un día todo lo bonito que puedas soportar. ¿A una Sirena se le tira de las orejas o de la cola? Da igual, ¡yo no tengo dedos! Beso.
ResponderEliminarSIRENA
ResponderEliminarTengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene su asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
Que te aguardo en mi sueño para luego.
- Mario Benedetti
FELIZ CUMPLE
-Canguro-
Una preciosidad. (Olvidé tu mail, no tu templo). Beso.
ResponderEliminarCasi cada día entro, te recuerdo, y vuelvo a leer entradas antiguas como si, en cualquier momento, pudieras aparecer.
ResponderEliminarMe alegro cuando hay algo nuevo que antes no vi.
Yo sigo aquí querida Sirena.
"Amigo"
“Amigo” de este minúsculo mundo que comenzó con tres solos: Buscador, tú y yo ¡Qué buenos tiempos! (preciosos tiempos, diría) Yo escribía y escribía, unas veces sola, otras a medias con Buscador y tú eras nuestro fiel lector.
ResponderEliminarHay que mirar atrás con agrado; los recuerdos pueden ser uno de los dones más preciados de una persona.
No sabía que seguías visitando esta nave a la deriva, y me honra. Me gusta la idea de que no haya que empezar a cada momento, en cada parpadeo... Acabo de colgar en la página que inició este blog un relato de nuestro querido Buscador. Sé que le habría gustado verlo allí. En homenaje a él, en recuerdo nuestro. Por los viejos y felices tiempos, hoy impregnados de melancolía.
Querida Sirena, qué bonito regalo. Precioso relato, muchas gracias por dejar que lo leyera.
ResponderEliminarTienes mucha razón, hay recuerdos que se evocan con emoción y agrado, como este maravilloso tiempo atrás.
Y por supuesto que visito tu nave, que yo no siento a la deriva, que sólo está como "varada".
"...las palabras morían otra noche más en los ojos de aquellos extraños corazones inundados de tristeza"
¡Qué preciosidad! querido Buscador.
Con todo mi cariño y afecto para mi Amiga Sirena. De nuevo: gracias.
"Amigo"
No estoy conforme con la poesía de Yeats porque tienes todas las telas del cielo y las bordas escribiendo. Despierta. Hoy se cumple un año desde que te marchaste a descansar y eso es mucho tiempo ¿no piensas volver?
ResponderEliminarSin ser tan veterano como "tu amigo" también releo las entradas antiguas e igualmente me quedo con las ganas de leer algo nuevo y saber algo más de ti. Te cito las palabras de Inuis Recuerda: "Lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar y su luz puede alcanzar la oscuridad de otros" y eso no puede negarse, hay que regalarlo.
Te extraño
¡¡Un año ya a dieta de oso panda!! Cuídate bicho. Beso.
ResponderEliminar(Perdón si resulto muy paletito). Espero que no te hayas asustado mucho y, sobre todo, que no te haya afectado. Beso.
ResponderEliminarA mí, que fui el último en llegar, tras tu visita a mis relatos se me fueron las ganas de escribir: un año parado, detenido, como traspuesto.
ResponderEliminarTe asombrarías de saber la de opciones que pensé para justificar una ausencia tan súbita, tan definitiva...
No sabes qué impresión al ver que recientemente escribiste algo aquí, en comentarios. Estás, donde sea, donde quieres estar. Vale, eso es suficiente.
Pensaré mañana si vuelvo a escribir.
Un beso señora/
"Si tuviera que elegir", elegiría este fragmento de "Oda a la sandía" de Pablo Neruda
ResponderEliminar¡Cofre de agua, plácida
reina
de la frutería,
bodega
de la profundidad, luna
terrestre!
¡Oh pura,
en tu abundancia
se deshacen rubíes
y uno
quisiera
morderte
hundiendo
en ti
la cara,
el pelo,
el alma!
Un abrazo, Sirena
Me alegro de que descanses y se aquilate tu espíritu. Te veo siempre como una roca que establece posiciones y no abdica en la dirección correcta, más la que te pudiera atraer (que es lo bueno), que la que sabes te proporcionará seguros dividendos en todos los sentidos, una vez que has aprendido ya a no desfallecer en tu línea de flotación (¿no eres unas sirena?).
ResponderEliminarSirenita! Te echaba de menos y entré a recordarte, me alegro porque me he topado con este hermoso post. Un besote con añoranza de mi alumna favorita.
ResponderEliminarDesde Coruña te recuerdo con cariño. Diana
Te dejé un comentario en Ninguna parte.
ResponderEliminarBuscador.
Llevo dos días compulsivamente con el mismo vídeo (momento romanticoide de final de verano). Creo que ya lo he visto con todos los fondos sonoros colgados en Youtube. Este es uno de los mejores:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=_MhvXuzzRyQ
Claro que la peli a ti, sin Wayne o Mitchum,¡te parecerá ñoña!
Este blog, a goteo, sigue siendo el mejor. Beso.
Por dios, casi me olvido, ¡Clint!
ResponderEliminarAnte todo felicitarte por tu excelente entrada y agradecer tu resurgir entre las aguas de tu silencioso y esplendoroso mar.
ResponderEliminarComo dijo el dramaturgo y poeta Alfred Víctor de Vigny: "El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y grandiosas como el universo"
Así es exactamente tu reflexión: profunda, alta y grandiosa.
El amor posee el don de poder moldear el tiempo y concentrar la eternidad en un segundo. ¿Quién no ha vivido la eternidad de un beso que en realidad duró tres minutos? ¿Quién mirando a su amor, no ha sentido formar parte de la eternidad del universo en sus ojos? La fe. Únicamente la fe es la llave capaz de abrir la eternidad a dos seres que se quieren. Tal vez la eternidad sólo exista para aquellos que creen en ella y cuando llega el amor, la necesidad de que éste se prolongue, hace que la deseemos con vehemencia y es el poder de ese mágico deseo, el que expande el tiempo más allá del "instante" terrenal. El amor es eterno, por lo tanto ¡existe la eternidad!
Cómo se advierte, un naufrago.
Gracias por tu aparición, Sirena.
Los caminos recorridos llevan siempre a algún sitio y, aunque la última entrada de este blog será siempre “El hombre tranquilo”, tu comentario hace que me alegre de haber vuelto a escribir aquí. Muchas gracias.
ResponderEliminarEn esta playa solitaria, se te advierte como naufrago. Hay magia y sabiduría en tus bien acomodas palabras, y que conste que no lo digo porque me das la razón. A veces pienso que lo efímero de la vida es uno de los motivos por los que la apreciamos tanto, ya que no la amaríamos tanto si viviésemos mil años como las secuoyas, o tuviésemos siete vidas como los gatos. Y creo que los que más la aman son aquellos que en los avatares de su vida consiguen modelar el tiempo y filtrar sus sueños concentrando la eternidad en un instante.
Un beso
Pero como'''???
ResponderEliminarno me entero del mundo.
No me entero de ese tiempo, del que dices limita y hace comprensible "mi tiempo"
No me entero de que retornaste.
salud.
¡Caray, qué cosas dices! Alabo tu natural clarividencia en esas situaciones en las que el mundo parece distinto, cuando la razón no existe: sólo muta a cada instante, aunque no haya que tener razón; como si todo hubiera de recomponerse en su desmayo hasta paliar la única carta de naturaleza y tecla que no existe. Después de todo, lo que cuenta es vivir y mirar para adelante, sabiendo la clase de gente que te puedes encontrar, buena y mala. La buena, como tú, compensa con creces la escoria que sólo sabe dar puñaladas y asesinar la esperanza. Lo que no saben es que no son suficientes ni capaces para matarla; sólo bloquearla un poco antes de continuar el camino.
ResponderEliminarHabrá algo más galvanizante, atractivo e importante que sólo aspirar a ser un hombre o mujer buena? No veo mayor título de gloria. Y recibe un abrazo.
Felices días Sirenita. Estos y todos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
bello año para ti, querida Sirena... que todos los días se perfumen con el plácido oleaje del tiempo...
ResponderEliminarun beso grande
Hola Sirena. Me alegra que de vez en cuando nos dejes esos trinos de gorriones, para poder deleitarnos con su lectura. Al fin y al cabo entre otras cosas, eso es "Lo que verdaderamente importa"
ResponderEliminarGracias.
"Y llega ese momento en la vida en el que te paras"
… y es en ese momento –en el que ya no buscas- cuando sientes que la vida entera corre hacia ti. Cuando sientes que todo lo que buscabas está dentro de cualquier pequeño instante, de cualquier minúsculo detalle del día a día.
Sentir vida es sencillamente eso, lograr ese estado ansiado y mágico de serenidad que consigue que aquello que veíamos diariamente con nuestros ojos –"esos árboles, esos pájaros, esa luna, ese cielo, ese mar-" Lo percibamos como si por primera vez lo viésemos, con los ojos de nuestra alma.
Lo difícil es saber encontrar ese equilibrio y esa paz interior, y que como tú bien dices, está en "la gente que tú quieres y que ellos también te quieran a ti." es decir: querer y ser querida.
Un beso, Sirena.
A tus pies
un beso, dulce sirena sigo dejándome rozar por la brisa de tus palabras...
ResponderEliminarEs un verdadera lástima que esa escena nunca tenga lugar, porque cualquier lector de este blog, daría cualquier cosa por vivir una situación así con una sirena tan especial.
ResponderEliminarLa vida será lo que será, o mejor dicho; lo que nosotros (en parte) deseemos que sea y hagamos con ella
Es como arcilla puesta en manos de alfareros. La calidad de la tierra es importante y cuestión de suerte, pero al final; somos nosotros los que le damos forma a nuestra propia existencia.
Y no hay arcilla mejor aprovechada, que la que se mantiene húmeda con sueños y situaciones tan envidiables como el que has descrito, aunque nunca lleguen a tener lugar; pero a la vez tan reales como la vida misma.
Si no recuerdo mal leí, que la primera expresión más bella era:
“te echo de menos” y
“¡Qué suerte haberte conocido!”
Realmente dos expresiones para recordar, al igual que toda tu entrada.
Aunque no sales a menudo de tu mar, cada vez que lo haces es para deleitarnos con tu forma de sentir y de escribir.
Gracias Sirena por hacernos soñar.
Abrazos
Por personas como tu le agradezco a la vida...
ResponderEliminarEscribes fenomenal, de una manera tan sincera y noble que transmite. No imagino la maravilla que debe ser tenerte en frente para platicar contigo acerca de la vida, del amor y de la muerte.
Felicidades.
Por aquí, dando una vuelta...
ResponderEliminar:)
Todo recibimos la misma parte alícuota de nada. Lo que quiere decir que en nosotros está desarrollarla, pintarla y hacerla nuestra; o sea, no entregarnos con armas y bagajes al primero que nos atrapa para siempre, diciéndonos que nos soluciona la vida (la de él, no la nuestra). Una misma materia prima que se entrega a todos sin pasado, para amalgamarla en un presente que ignora qué sesgo de futuro queramos imprimir a nuestros desvalidos pero no entregados pasos en absoluto. Todo está en nosotros ¿dónde, si no, iba a estar? ¿En los demás, que quieren amordazar nuestras vidas en su provecho? Sólo tú eres una excepción; un ser limpio y puro, un espíritu tremendamente delicado. Con una dulzura y una nobleza que desarman, y resistente, como ese gorrión. Y un abrazo.
ResponderEliminarCuando habla el Rey los bufones escuchamos (aprendemos) y callamos. Pero... Beso.
ResponderEliminar¡¡Feliz 2013, Sirena!!
ResponderEliminar¡Cuánto se te hecha de menos!
Y con esa misma parte alícuota de nada... nos manejaremos este año... Supongo...
ResponderEliminarUn beso, Sirenita. Uno grande :)
Como si las sirenas se negasen a regirse por las vulgares leyes naturales, esta sirena varada desafía año tras año la lógica del tiempo acrecentando su belleza y su encanto. Y yo, pobre mortal, cada año doy gracias a la vida por haberme concedido la inmensa suerte de haberla conocido. Y también le pido fuerzas para no caer nunca en la debilidad de admitirle (y de admitirme) que no concibo la vida sin ella.
ResponderEliminarPara mí siempre será la mujer que vivió y que dejó vivir. Mi ejemplo. Mi sirena. Mi heroína.
Feliz cumpleaños, Mut...
John Self.
Te has planteado escribir este año que empieza? ¿Será posible hacer previsiones? ¿Qué forma acabará teniendo lo que te bulle dentro? Es abrumador el caudal que te anima, y la especificidad y contundencia de tu sistema de redacción (de "martillo pilón" dando contumazmente en el clavo; o sea, en el yunque, por propiedad). Creo que la ganadora del Concurso Coca-Cola está granada. ¿Escribes algo? No me dices nada de esto. ¿Por qué te lo piensas tanto? La verdad es que no sé a qué esperas. Tienes los pies en la tierra, pese a lo que el corazón diga y la cabeza ponga radicalmente en su sitio. Hubo un tiempo en que me deleitaba con lo que escribías como Sirena Varada, y los demás te lo decían. Quizá sea ese el camino para dar rienda suelta al cúmulo y encontronazos de tus ideas, que no es sino la materia (repito): materia prima que anima en todo, y para escribir desde luego. No sé si me estoy metiendo en un terreno que no te guste, pero siempre te he dicho lo que pensaba. En el fondo de todo está la admiración que te tengo como persona, desde luego, pero también la necesidad de extraer (repito): extraer de esa mina lo que saldrá un día, no me cabe duda. Además, está el enfoque redaccional que imprimes. En fin, que te deseo lo mejor porque lo mereces, y te mango un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMe ha gustado tu blog. Mucho!
ResponderEliminarEres una persona …. Desconcertante. Pero profunda, con intensidad de vida, observadora, llena de sensaciones …
Eres deliciosa!
Un saludo
Jajajajajajaja. Muy bueno lo de Florián Mata.
ResponderEliminarAdemás, ha sido toda una sorpresa: yo pensaba que ya sólo escribías en tu otro blog.
¡Habrá que seguir viniendo por aquí!
Otro blog? vaya...
ResponderEliminarFeliz viaje, Sirenita.
Cuando se quiere, la verdad es que no se pierde la paciencia, la dirección de tu existencia será marcada, trazada así para los restos, ¿no?
ResponderEliminar