¿Qué tengo que ver con vosotros, escritos malhadados, frutos de mis vigilias, yo que sucumbí de modo miserable por culpa de mi ingenio? ¿Por qué reanudo el trato con las Musas, que constituye mi delito y motivó mi falta y mi condenación? “Las Tristes” Ovidio
No soy escritora. Soy tan sólo una persona que escribe. Philip Roth, el gran escritor norteamericano, dijo en una ocasión en relación con el oficio de escritor: “Los aficionados buscan inspiración; los demás nos levantamos y nos ponemos a trabajar”. Yo, encuadrada dentro del grupo de los aficionados, afronto la escritura sin ninguna implicación moral, sin que medie ningún sentimiento de responsabilidad ante algo o alguien, como un ejercicio puramente hedonista. Escribir por escribir, esa es mi justificación, esa es mi fuerza (o mi debilidad, según se mire). No existe nada más difícil en el mundo (por lo menos para mí) que coger una pluma y garabatear en el papel frases o pseudofrases si no me encuentro motivada para ello. Nunca tecleo una palabra si antes no he encontrado la idea, el pensamiento, el sentimiento, el impulso, en definitiva, la inspiración. Por ello, no puedo comprender que existan personas (a las que, por cierto, admiro) que puedan encarar este empeño creativo desde una perspectiva meramente laboral, no como algo ocioso sino como una obligación más. Sin embargo, es curioso como muchas de las manifestaciones artísticas más memorables que ha producido la humanidad fueron concebidas de esta forma: Dostoievski escribió muchas de sus novelas para pagar deudas; la pintura de la Capilla Sixtina acometida por Miguel Ángel fue un encargo papal; directores como John Ford, Howard Hawks, eran meros asalariados de las todopoderosas productoras de Hollywood que dirigían sus películas como si estuviesen haciendo simples recados. ¿Y alguien es capaz de decirme novelas mejores que las de Dostoievski?, ¿de nombrar un ejemplo de mayor sublimidad pictórica que la Capilla Sixtina?, ¿de recordar una muestra de poesía cinematográfica más conmovedora que casi cualquier película de John Ford? La cuestión es que ni Dostoievski, ni Miguel Ángel, ni John Ford (ni Shakespeare, ni Da Vinci, ni Kurosawa, etc., etc.) no esperaron con los brazos cruzados a que la inspiración acudiese a ellos. Parafraseando a Pablo Picasso: la inspiración los pilló trabajando. La creación artística es una forma de búsqueda con una característica peculiar: búsqueda y el trabajo son conceptos, en este caso, con una relación muy cercana a la sinonimia; la creación artística se sustenta en el pilar del esfuerzo. No puedo evitar sentir grima por todos aquellos personajillos del mundo del cine, de la literatura… que van con ínfulas de artistas, creyendo que cada creación suya será agasajada hasta el paroxismo por las generaciones venideras, que cada obra suya quedará bien visible en la atalaya del tiempo como ejemplar inmortal. En la mayoría de las ocasiones, creerse artista es el primer paso para no serlo.
En cualquier caso el concepto de inspiración, en el que no solemos ahondar, es realmente curioso. No voy a intentar desglosar su significado, sería tan utópico como intentar explicar un sentimiento. Pero hay un aspecto de ella que me llama poderosamente la atención: su carácter descaradamente caprichoso, su imprevisibilidad, su anarquía. Muchas veces se nos presenta solícita, por sorpresa, con la presteza y el rigor de una visita indeseable; otras veces, por el contrario, se esconde, agazapada como un animal asustado en su madriguera. Su origen es incierto, su etiología desconocida. Me considero una persona muy humana (o, como diría Nietzsche: “demasiado humana”) que se emociona con todos esos sucesos que conmueven los corazones del mundo: la caída del muro de Berlín, el once de septiembre, las grandes hambrunas… sin embargo, todos esos hechos me suelen resultar, paradójicamente, poco inspiradores; sucesos que son capaces de sumergirme en una catarata emocional pero que, en cambio, no me insuflan ninguna fuerza expresiva, es decir: me hacen sentir muchas cosas pero no me siento motivada para expresarlas. Sin embargo, puedo ir andando por la calle, darle una patada a una piedra y, de repente, impulsada por la trascendencia de este hecho, sentirme preparada para querer escribir un tratado de metafísica. Lo vacuo me lleva a la verborrea, lo extraordinario al más descorazonador mutismo. ¿No es la inspiración algo verdaderamente complicado, contradictorio?...
¿O, en realidad, lo somos las personas?
Hola
ResponderEliminarNiña, qué profundo!
Qué cierto!
Qué buen post!
Ha sido agradable e instructivo leerlo.
No te has andado pro las ramas en tus citaciones; lo mejor, de lo mejor.
Gracias.
Desde Coruña te mando un biquiño.
Diana.
Querida Sirena.
ResponderEliminarVoy a intentar responder tus "últimas preguntas" (la humildad queda negada con este intento, espero no la honradez -no es que espere, la verdad es que no quiero, no que no quisiera, no quiero, sé probable que suene poco humilde-).
Entiendo por lo vacuo la realidad que se le ha buscado a ejemplos como la Capilla Sixtina y menos a la pintura de Signorelli, así como, debido a mi educación excesiva propia de niños bien, no obstante de familia humilde (humilde, discúlpame la explicación, se debe a que la adoro, en un sentido que considero podría sustituirse por honrada y ligeramente adinerada -o menos- en un mismo sentido -es muy probable que sea inocente al respecto de esa sabienda, así como es igualmente mi manera preferida de pensar más allá de mi nacimiento-)... oye, yo tuve un amigo que era artista (todos lo éramos, año +,- 1996) y del que creo sigue siendo bueno en eso o, al menos, esto lo afirmo, lo era, muy bueno. Él hacía poesías mientras yo hacía dibujitos -y yo no hacía poesías porque sabía -con razón, ebria pero amada, como dijo el del siglo XIX- que no podía superar las suyas. Yo sostengo la teoría de que si te dedicas a la poesía el único camino es el ser mejor que nadie -una teoría necia pero, escucha y disculpa la sentencia, basta con darse un paseo por los poetas que se encuentran piedras en España, créeme, para ver algo y hasta opinarlo; lo dice hasta mi amigo Eduardo y yo le creo-. Mi amigo, el otro, el gran poeta de 1996 decía como si fuera suyo -y lo era (razón por la que fue mi amigo-) que "la vida es tan sencilla que se complica sola". Sé que parece una canción de Tijeritas, pero mi amigo, aquel amigo (aquel amor como canta Chavela Vargas) tenía, me creo que compruebo, razón en usar "la vie" como las "personas" que aparecen en tu última pregunta a la que, según mi ebrio juicio, le sobra la palabra realidad y al tiempo para nada. Quiero decir, realmente, mi amigo, el Vilches, era mi amigo.
Quizá sea una respuesta demasiado vaga para ser tan larga.
Avísame, como favor.
No opino que la inspiración, como dice la boutade (o como se escriba), sea lo contrario de la aspiración. Pero, en la realidad, sí. Y veo a poetas, fingidores o no, que le están dando la vuelta a base sólo, de reforzar más la paradoja.
Un beso. Bueno, varios.
Complicado tema. Como personas que vamos cambiando según las circunstancias a veces sentimos y a veces no.
ResponderEliminarEso nos comunica o no el impulso de expresarnos.
Yo necesito inspirarme leyendo o mirando o hablando.
Aunque a veces uno empieza encadenando palabras y acaba inspirándose en ellas.
Tu, sin duda, escribes inspirada.
Besos.
es un artículo muy interesante y que expone mucha ideas discutibles, de esas que puedes hablar toda la vida y no vas a llegar nunca a una conclusión rotunda
ResponderEliminarbicos,
Aldabra
DESPEDIDA: Vengo a despedirme… Fue un placer leerte y saber que alguna vez también tú leíste los textos de Pau Llanes… Un saludo fraternal y un abrazo cómplice… Pau
ResponderEliminarQué buenísimo texto y más buenísima todavía tu reflexión.
ResponderEliminarEstaba deseando leerte de nuevo, por circunstancias no había podido hacerlo hasta este instante.
Un saludo querida amiga.
"Amigo".
Bueno, el escritor es una persona que escribe. Todo lo demás, ser escritor aficionado o "de verdad" está por ver. Escribir hace bien a cualquiera. Lo demás, por ejemplo, publicar, está por ver. Y ser un asalariado de la escritura está bien o está mal. Depende de quien seas. Sé que no aporto mucho, pero Alberto ha hecho una referencia a Tijeritas que no quiero dejar pasar. Amo a Tijeritas. No amo su música. Lo amo a él. Aunque ya no lo veo y nunca le he dicho nada. Pero cuando me lo he cruzado por la calle. Es de Málaga. He sentido por él una ternura incomprendida. Lo demás está por ver, Sirena.
ResponderEliminarUn saludo.
Hay dos formas distintas de emprender la creación de una obra artística. La primera es hacer uso de los conocimientos y técnicas aprendidas y otra muy distinta sería hacer ¡No una obra artística! Si no una obra de arte, algo totalmente distinto.
ResponderEliminarPara realizar la primera se necesita sobre todo, trabajo, mucho trabajo y dominio de la faceta artística en cuestión. Con este método indudablemente se pueden crear obras importantísimas y admiradas por todos, incluso, obras geniales. La diferencia más importante entre una de estas obras y una realizada con la ayuda de la inspiración es inapreciable para la mayoría, pero no para una minoría que es capaz de diferenciar una obra técnicamente perfecta, de una obra realizada con la belleza y la sinceridad del alma, iluminada por la inspiración y plasmada con el amor y la ilusión.
¿Se puede apreciar la diferencia entre una obra artísticamente perfecta y una auténtica obra de arte?
Es difícil captar y medir el nivel de vida que encierra una obra, pero cuando esa vida emerge por todos lados…no hay duda LAS MUSAS ECHARON UNA MANO.
Tus reflexiones son interesantísimas… espero que des muchas patadas a las piedras si así consigues escribir textos cómo este.
UNO
Quién dijo eso de "si me llega la inspiración que me pille trabajando"?? Yo no sé muy bien hasta dónde es inspiración, o es trabajo, o simplemente facultades naturales.
ResponderEliminarTampoco yo me considero escritor y coincido contigo en que escribir es algo enriquecedor para uno mismo cuando lo hace con la libertad de obviar críticas. Pero también es verdad que, en cierto modo, busco ser reconocido por quien me lee. Me gusta que los demás lean lo que escribo y me esfuerzo mucho por buscar las palabras adecuadas. Aún así, para mi es relajante. No sé cómo me sentiría si me apremiara el tiempo o la calidad estuviera comprometida.
Tú lo haces muy bien, con musas o sin ellas, qué más da... lo importante es estar a gusto con uno mismo.
Un abrazo
Chuff!!
Me da cierta vergüenza opinar sobre algo sin ningún conocimiento de causa; yo no soy artista. Pero tu artículo es de los que hacen reflexionar. Y sí, creo en la inspiración y en la importancia de nacer artista. El artista nace y se hace. Lo que natura no da, Salamanca no presta. Mediante sólo el trabajo se puede ser una buen artesano, pero un artista es algo más. Y creo que ese algo más es el genio innato y la inspiración, que puede surgir incluso cuando estés trabajando bajo contrato y por obligación.
ResponderEliminarLA SECTA DEL MAR (Radio Futura)
ResponderEliminarDonde el océano empieza a hacerse blanco
hay una isla
pocos han llegado allí
la noche es más profunda que el mar
una sirena en la gruta mayor
guarda el secreto de mi amor.
Una vez al año ponemos cargamentos
de esmeraldas a sus pies
se oye el eco de su risa
y su voz se enreda como sus cabellos.
Jamas creí poder soñar
por eso estoy en la secta del mar.
El misterio de sus ojos en los viajes
es mi compañía
y la alegría al conseguir esmeraldas
es como sentir de cerca su mirada.
Jamás creí poder soñar
por eso estoy en la secta del mar.
Una de mis canciones favoritas que guardan tanta verdad; tanta luz en la noche...Tanta musa del artista...
Buscador.
Bueno, Hombre de barro, ayer cuando escribí estaba algo beodo porque tuve un día de gatos y, luego, me fui al bar a ver si se me pasaba. A ver si encontraban su cuenco de leche los malditos gatos y me dejaban en paz.
ResponderEliminarLos tengo en todos los tejados a los que voy. Son peores que nada que se me ocurra. Y también amo Tijeritas. Una vez, era un día estupendo porque íbamos de vacaciones mis padres y yo, a Almería y, entonces, compramos un disco suyo. Yo le odiaba -por ir a la contra- y hoy me encantaría darle un abrazo como mínimo. Pero como él no está os lo doy a vosotros.
La lucha con la inspiración, la pelea cuando me pongo a escribir es que los sentimientos no me empapen la razón, tengo claro que escribo con ella y los sentimientos pueden impulsar a escribir pero luego hay que dejarlos al lado, como una lamparita de aceite que alumbre un poco pero no deslumbre.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
El texto en sí no tiene desperdicio. Es para leerlo detenidamente, saborearlo, analizarlo y comprenderlo.
ResponderEliminarParticularmente pienso que el ser humano por sí mismo, ya es un artista. No hace falta expresar el arte en obras plásticas para ello.
El simple hecho de sentir, pensar, desarrolar ideas, ya hace de cada uno un artista particular, diferente de los demás. Cualquier cosa o detalle puede ser motivo de inspiración. Y todos tenemos algo que nos inspira en determinado momento.
Lo que puede llegar a ser un error, tal y como tú dices, es forzarnos a buscar esa inspiración, para plasmarla y creernos artistas.
Atentamente
Bandolero El Tempranillo
Es muy bueno lo que nos traés hoy, y para pensar.
ResponderEliminarYo tampoco soy escritora, y tampoco puedo sentarme a teclear sin una idea ya formada, pero no siempre tengo la inspiración, cuando sale, sale de adentro mismo del corazón.
Gracias por los saludos a mi hija.
Un beso grande♥
Creo que ha dado la respuesta en el último párrafo, aunque fuera formulada como pregunta. Somos cambiantes, y guardamos un espacio para todo; para las obligaciones, los compromisos, las necesidades. En este último apartado, yo ubico el acto de escribir; supongo que aquellos que son un volcán en erupción permanente, y terminan enrolados en la literatura, ubican estos ítems en posiciones diferentes. Nunca he leído al Sr. Roth, como para juzgar si se trata de una frase para epatar, o realmente es así. Creo que se puede, tras años de oficio, hacer como que en verdad se siente; el caso de los actores debiera dejar este asunto claro, pero ese es un recurso que se termina agotando, mientras que la inspiración no. Es simplemente que, la inspiración, necesita de un lubricante que desconocemos, para deslizarse a la punta de los dedos. Una piedra, una palabra, un sueño o visión, pueden crear las condiciones óptimas para que esta florezca, pero no puede invocarse. Muchas veces, me ha ocurrido el escuchar una pieza musical, y lanzarme frenético a una historia repentina, como si estuviera de antes concebida, y sólo necesitara de un cebo para dispararse. Aquellos que escriben sin inspiración, basados exclusivamente en la técnica y en lo aprehendido, pueden engañar a todos por un tiempo, pero no a todos, todo el tiempo. Hay demasiados fenómenos de mercadotecnia como para que me demore en una explicación de lo dicho. Nunca sabremos quién es quién, en un primer contacto, pero en sucesivas ocasiones, sabremos de qué pié cojea cada cual.
ResponderEliminarEs verdad también, que la inspiración nos lleva siempre a los mismos sitios, por caminos diferentes, eso sí, y terminamos enmarañados en el mismo discurso, travestido, disfrazado para el visitante ocasional.
¡Uf!, Ud. perdone, no tenía intención de extenderme tanto. ¿será la inspiración?.
Buenas noches.
El ser humano no es más inteligente que el resto de los seres vivos del planeta, no es más evolucionado ni más astuto, no tiene la capacidad exclusiva de la palabra, tampoco de la escritura, menos del arte, ni siquiera de la sed de conocimiento por mucho que se jacte de saber diferenciar lo bueno y lo malo.
ResponderEliminarEl ser humano tan sólo es distinto porque ha sido besado por la soledad, es el único ser que la conoce, y vaya que se siente solo.
Estamos los que irremediablemente terminan solos, y los que indiscutiblemente merecen estarlo.
La vida no espera de resoluciones al respecto.
En lo que a mi concierne la escritura como oficio es un ideal muy pobre.
Yo tan solo necesito escribir.
Notable post, enhorambuena tan bello encuentro doña Sirena Varada (por cierto, sigo creyendo que las sirenas no varan, ellas eligen donde posarce)
Es un halago y un previlegio tu visita.
ResponderEliminarGracias, cuando gustes.
Yo creo que los que estan solos, tiene que tener una actividad o creencia suprema, pero terrenal, es mi casa. Mi madre es mi patria y mi novia es mi bandera.
ResponderEliminarTengo interes por una novia mujer digamos, pero para mi es mucho más superior el compromiso de respetar y ayudar a mi madre (Mi PATRIA) y cuidar a mi novia (Mi BANDERA).
Salu2 desde Argentina.
ABAJO EL GOBIERNO K-K. ABAJO EL FACISMO.
¡PLÍÑ!, un 20 en lo de la sirena
ResponderEliminarMe gustan sus inquietudes, hay algo de endiablado en ellas
¿hace un pactito?
Estoy de acuerdo con tu comentario, pero cada uno se queda con su frase de la paz, ademas es cierto el unico camino es la paz ¿Pero como lo caminas? ¿De rodillas o de pie?
ResponderEliminarTe recomiendo ver CRITICA DIGITAL uno de los pocos diarios independientes que quedan en la Argentina, si lo ves te vas a dar cuenta que no estan ni de un lado ni del otro y por eso siempre estoy en esa paguina, ya la bloquearon varias veces, como mi blog y otros, pero seguimos igual.
La Argentina quiere un cambio y hay una caprichosa que tiene de musa a Evita y Peron (Que Peron entro por una golpe de estado del cual formo parte, historia borrada por el oficialismo, por el propio Peron).
Reitero mi MADRE es mi PATRIA y mi NOVIA es mi BANDERA.
Salu2 y gracias por comentar y dejar palabras de paz en mi tan golpeado blog.
Muy bueno, y eso que la sirena se encuadra dentro de los aficionados y yo no escribo porque espero que me llegue la inspiración y nunca me llega.
ResponderEliminarUn caballito que tampoco relincha.
Hola Sirena Varada:
ResponderEliminarDesde el más completo desconocimiento de la herramienta que utiliza el escritor, pena y suplicio en mí desolador descubrimiento de la poesía y del poeta, “alguien me nombro”.
La interrogación, fue contestada por mi inesperado nuevo nombre, con una claridad que enseguida te digo y que tu misma dices:
El poeta no lee escucha
el poeta no escribe habla.
Si alguien dice que es poeta “si no lo es “por lo menos lee arte.
Contestando en defensa de mi ignorancia, continúo en referencia ha esta opinión tuya “La creación artística se sustenta en el pilar del esfuerzo”
En esta misma línea te digo:
El conocimiento de otras lenguas, de expresiones literarias, de conocimientos, en definitiva, enriquece al poeta, no siempre a la poesía.
En el contesto del artista que quiere o pretende, un cierto reconocimiento por su obra o persona, parte exclusivamente de un concepto hastío. (No quiere decirse que no lo sea).
Profesianalmente (y lo escrito bien) analmente, el poeta puede cegarse por la actividad de creerse superior o reconocido y el que no se reconoce socializado.
Dices: creerse artista es el primer paso para no serlo.
Discrepo totalmente de esta apreciación tuya, ¿hay algo mas gratificante que creer en el arte? ¿existe algo más hermoso que crear?
Un amigo mío poeta dice, que el poeta, tiene que ser hasta guapo. Yo le conteste:
Hay algún poeta que no lo sea.
Concluyo diciéndote:
No sé si algún otro te nombro poeta,
si tu no te sabes que lo eres, no lo serás poesía.
Rafael Luna Gómez
Ser escritor, o pintor, o escultor, son profesiones o aficiones. Ser artista, no, o espero que no. Debe ir más allá, debes ser creador, regocijarte en tu creación y ser capaz de provocar algo en quien contempla la obra.
ResponderEliminarSe puede ser un artista tan sólo caminando, o trinchando un pollo, o escribiendo un memorándum. Claro que también se puede ser un desastre haciendo cualquiera de esas cosas.
Te lo dice un desastre de artista...
Efectivamente. Y -si me permites que hable de lo que conozco un poquito- en fotografía de naturaleza, la inspiración tiene que pillarte en el monte trabajando. Susan Sontag, que por alguna razón odiaba la fotografía dijo que era la única actividad humana en que pulsando un botón podía hacerse una obra de arte o pretenderlo. Grave error, detrás de cada foto que impacta hay mucho trabajo.
ResponderEliminar