… Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses.
(José Hierro)
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses.
(José Hierro)
Existen tantos conceptos y maneras de amistad como personas hay en el mundo, y admito que el mío lo idealicé cuando comprendí de la dificultad de encontrar y compartir caminos en este mundo a veces tan hipócrita… mágicos caminos a ninguna parte.
ResponderEliminarHola, bondia.. entro de mañana a leerte, me desperté al amanecer... Iba a hacer un comentario sobre el buen poeta y hombre Pepe Hierro al que tuve la fortuna de conocer y aprender de su poesía en sus labios... Y leo tu propio comentario, y no entiendo su sentido ni su por qué ni cuándo... en fin, sirena en-callada... )no se va a ninguna parte, se parte a ningún lugar)... Besos con viento... Pau
ResponderEliminar"Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.
ResponderEliminarSin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras, como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde..."
Gracias.
"Amigo".
Desde luego, Pau, qué gran fortuna haber conocido a José Hierro y aprender de su poesía de sus labios.
ResponderEliminar"Amigo", has hecho muy bien en recordar el principio de un poema que no tiene desperdicio.
Muchísimas gracias.
A través de tu espacio me he dado cuenta de la extraordinaria sensibilidad que tienes para escoger tus poesias. Espero robarle un poquito de tiempo al dia y leer todo lo antiguo. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita, Alex, un saludo.
ResponderEliminarSí, claro, Pepe Hierro.
ResponderEliminarEs otra historia. Algunos tuvimos la oportunidad de estar con él, hace años en un curso en Cuenca. Y fue una experiencia.
Sigue ahí, y seguirá.
Un saludo. Vaya blog...
Muchísimas gracias por pasarse por mi blog...y comentar...espero que si te gusta lo leas y,por supuesto pases cuando quieras...
ResponderEliminaryo paso a saludar con la promesa de volver con más tiempo a ponerme al día.
besos
Max Estrella (¡qué maravilloso nombre!) un saludo.
ResponderEliminarTal vez encuentres en el reflejo de la luna de un escaparate una mirada conocida o que alguien trate de llamarte la atención desde el otro lado del vagón.
ResponderEliminarPuede que me quede contemplándote desde detrás de la cortina sin que sepas que estoy o que te deje un saludo en una nota adhesiva.
Es posible que encuentres una razón perdida y no sepas que es la mía. Sombras arrastradas por la lluvia hacia un sumidero un martes gris y que se encuentran de vez en cuando con el cambio de mareas.
Quizá es mucho pretender compartir caminos de principio a fin y sea mejor encontrar tramos comunes.
Siempre hay un café y una conversación pendiente.
Te leo y leo a Pepe Hierro.
ResponderEliminarY, como si te entendiese y le entendiese, callo.
A veces es mejor quedarse sin palabras y sentir. Sólo sentir.
Un beso.
Es verdad lo que me dijiste en el comentario que me dejaste...parece que es tiempo de poesía!
ResponderEliminarQué bella manera de sentir la amistad! Me encantó lo que elegiste!
Te dejo un beso enorme.
IMAGENES DE UN SUEÑO
ResponderEliminarLa calle es un río de miradas perdidas.
Miradas con prisa y ciegas en sus pasos.
Ojos que huyen de todo en medio de una colmena humana ausente de calor.
Desde tu atalaya parece que vigilas la calle y su gente
y tu mirada acaricia y traspasa el vidrio de la ventana pensando no sé qué.
Yo te observo en medio de esta magia de silencio,
sientes y te bañas en el mundo como yo en tu mundo.
La habitación es un lenguaje de dos miradas,
miradas que buscan lo que sueñan.
Despierto en la noche y desapareces.
Buscador
Preciosa poesía Buscador, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarGracias
Me quedo con la apoteosis del poema: "Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses".
ResponderEliminarSiempre me ha maravillado el poder de los silencios.
Bella elección Sirena.
¡Qué grande, José Hierro!
ResponderEliminarJosé Hierro... grande, muy grande. Sin embargo, tengo una teoría acerca de este precioso poema: no es un poema sobre la amistad sino sobre el amor. Que la palabra "amigo" no os despiste. Os aconsejo que intentéis leerlo desde esa perspectiva.
ResponderEliminarJohn Self
Has traído a tu blog, una poesía de José Hierro muy querida por mi, siempre lo he considerado uno de los mejores, pero inexplicablemente un poco olvidado...no sabes lo que te agradezco el volverlo a leer...un beso muy grande de azpeitia
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