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“... Mi soledad es mi palacio, ahí tengo mi silla, mi mesa y mi cama, mi viento y mi sol, cuando estoy sentada fuera de mi soledad, estoy sentada en el exilio, estoy sentada en un país de engaño...”
”El valle de los avasallados” (Réjean Ducharme)
...
Ha sido una alegría porque no lo esperaba.
ResponderEliminarTodavía es más hermoso el poema con esta entrada.
Muchas gracias Sirena.
"Amigo"
En mi viaje al planeta azul de los sueños, decidi coger primero un desvio y llegar hasta aqui, antes de alcanzar a mi destino.
ResponderEliminarEl poema me ha recordado una canción de Horacio Guaraní que dice más o menos asi :
Amar desde la vida hasta la muerte.
Amar a las cosas y la gente, de cara al sol, sin esconderse, como ama el niño sus juguetes, el pájaro su vuelo.
Amar la flor , amar el trigo, y tu cintura fresca de rocío, no puedo vivir sin amar amando, amar como te amo y me has amado, amar sin que sea pecado, amar amando...
La estrella de la constelacion de Tauro.
Maravilloso poema de un genio.
ResponderEliminarUna curiosidad: me traslado a vivir a la calle de Gijón que lleva su nombre. Un presagio esperanzador
Estrella de Tauro, no me queda más remedio que pasar esa canción al blog. Es preciosa.
ResponderEliminarGracias
Leproso, yo también vivo en una calle con nombre de poeta.
ResponderEliminarEs un buen comienzo. Muchísima suerte
Vuelvo al placer de sus elecciones, y me encuentro a Antonio Gamoneda (no sé si padre o hijo), que figura en mi cada día más larga lista de poetas a explorar.
ResponderEliminarCreo que el amor es así; transtorna el juicio y la física, haciendo que creamos posible la ósmosis de lo que queremos transmitir a quien amamos.