Se denomina ataraxia (Αταραξία) a la disposición del ánimo propuesta por los epicúreos, estoicos y escépticos, gracias a la cual alcanzamos el equilibrio emocional —la felicidad— mediante la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos, y a la fortaleza del alma frente a la adversidad. Es, por tanto, tranquilidad espiritual, paz interior, imperturbabilidad.
¿Qué sería lo contrario, la antítesis de la ataraxia…? Sin duda alguna el consumismo. Nos conformamos con que éste sea el objeto de nuestras satisfacciones y nos hacemos absolutamente vulnerables a las manipulaciones mediáticas, para finalmente no saber, ni molestarnos en buscar aquellas cosas que no se pueden comprar…
Desde mi páramo desprovisto de muebles y botines de batllas. Vengo a tu mundo para evacuar mi soledad que ultimamente se viene poblando de presencias sustanciales y caravanas de letras que, caprichosas, se antojan de huelgas en señal de protesta a lo que no puede ser vivido con sumo placer.
ResponderEliminarAún así, si es excluyente "la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos", creo que tal estado de levedad, me será negado por la propia voluntad. Esta voluntad hambrienta de pasiones y desos, intensos.
Ya sabes como llegar a mi necsaria intención. Te espero por allí, cada tarde de este u otro otoño de mi tierra, o en ésta u otra primavera de la tuya.
¿La voluntad ambrienta? ¿No es acaso la pasión de vivir?
ResponderEliminarVisitar tu páramo es y será siempre un placer. Gracias por venir a éste.
....Llegó a su casa cargada de mil y un paquetes, las bolsas idicaban su origen...Cansada, agotada por el peso de su transporte, las lanzó sobre la cama con el desdén que produce las cosas conseguidas con dinero....Luego se tumbó en ella sin intentar abrirlas y lloró amargamente...Nadie sabía por qué...un abrazo de azpeitia
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