LA ECHABA DE MENOS



Eastwood lo ha vuelto a hacer. Su mano helada sigue cortando con fuego. No es una película perfecta, una obra maestra, cierto. Peca de maniquea, el metraje se dilata un poco más allá de lo adecuado y algunos aspectos del guión son mejorables. Es una película no perfecta que cuenta con una escena perfecta. Una escena que te reconcilia con el cine y con la vida. La película es más que esa escena pero esa escena es más que muchas películas. Hablo de “El intercambio”. He de advertir que si alguien no la ha visto y tiene intención de hacerlo no siga leyendo pues destriparé aspectos esenciales del argumento.

Ahora seré brutalmente concisa, no pretendo resumir la película o hacer una sinopsis de la misma (obviare la mayor parte de la trama) sino contextualizar la escena de la que hablo: una madre (Angelina Jolie) deja a su hijo solo en casa y éste desaparece. Años después se entera de que su hijo y otros niños estuvieron encerrados en la cabaña de un asesino en serie y fueron asesinados. Atrapan al susodicho asesino y lo llevan a juicio, en el que comparecen los padres de los niños asesinados (unos veinte). El hombre es condenado a muerte y ejecutado. El tiempo pasa. Se ve a una Angelina que, en la medida de lo posible, sigue con su vida. Entonces, estando en el trabajo, recibe una llamada telefónica. No me acuerdo que es lo que dice Angelina pero la escena te da a entender que es posible que hayan encontrado a su hijo. Llega corriendo a la comisaría y nada más entrar se encuentra con una de las madres que estuvo en el juicio; ésta le abraza y le dice que ha aparecido su hijo (no el de Angelina, el suyo). Las dos se dirigen a la cristalera tras la cual aparece un niño que está siendo interrogado por un policía. Y aquí llega la escena:

El niño le cuenta al policía que él, junto a otros dos niños, intentó escapar de la cabaña del asesino. También le hace saber que su huida fue posible gracias a la valentía del hijo de Angelina, que se jugó su propia vida para ayudarle a escapar. Le confiesa que no sabe que ocurrió con los otros dos niños ya que durante la escapatoria cada uno siguió un camino diferente. A continuación, le narra lo que hizo con su vida durante esos últimos años: se hizo pasar por huérfano, vivió en una casa con otros padres, etc. El policía extrañado le pregunta por qué en este tiempo no intentó volver a su hogar. El niño le responde que tenía miedo, miedo a que volviendo a su casa el asesino pudiese encontrarle, miedo a que pudiese hacer daño a sus padres. Entonces el policía, escamado, le pregunta lo que cualquiera de nosotros le hubiese preguntado: ¿Por qué antes no y ahora sí? ¿Qué sentido tiene volver en este momento, cuando (supuestamente, él no sabía que el asesino había sido ejecutado) seguía corriendo los mismos riesgos que años atrás? Entonces entra la mano helada de Eastwood que corta con fuego y te desgarra el corazón. El niño mira al policía con ojos llorosos y le dice entre sollozos: echaba de menos a mi mamá. Dicho esto, el policía se calla, no hay más preguntas (no puede haberlas). Los padres irrumpen en la habitación y madre e hijo se abrazan.

Es una escena perfecta porque te demuestra como cualquier sistema lógico se viene abajo ante el amor de un niño por su madre; la razón siempre tendrá perdida la batalla ante un amor de este tipo. Es una escena perfecta porque te hace llorar y sabes que tus lágrimas no son gratis. Es una escena perfecta porque una madre siempre es la primera mujer en la vida de un hombre.


A las madres: porque la primera noche estuvimos en sus brazos.

28 comentarios:

  1. Hola Sirena, no he visto esa pelicula, pero me gusta Eastwood desde sus pelis de oeste, ahora casi todo lo que hace es bueno.Aún recuerdo a ese hombre llorando bajo la lluvia, es la escena de amor más desgarradora que recuerdo.Las manos de Francesca también lloran.
    Intentaré ver su nuevo trabajo.
    Un beso.

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  2. Ayyyyyy, ese niño que fue de los Apeninos a los Andes, con su mono Amedio, en busca de su mamá. ¡¡Mamaaaaaaaa, mamaaaaaaaaa!!

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  3. Maravilloso.

    Un beso, querida, y Feliz Año. Que tus deseos se cumplan (pero no todos, es conveniente no perder ninguna meta...)

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  4. Los dos verbos más importantes son Amar y Buscar, y ambos están interrelacionados. Todo es una búsqueda cuando no se tiene nada, es decir, se puede amar pero no te amen. EL amor, nada privativo de las madres, resunta en ellas y se magnifica por el mero hecho de que las necesitas más que ellas a los retoños. Luego, cuando se van, es peor. El dolor se colorea de ver que el tiempo se ha quedado solo. O mejor, porque sabes que, en el desbarajuste total, hay un punto de referencia. Me ha gustado mucho la dedicación final del texto. En realidad, barrido el cúmulo de complejidades que ahogan y llaman vida, todo se derrumba ante lo "nimio" de una verdad incontrovertible que se abre campo: "la quiero"; "me necesita"... No debería haber palabras. Sólo gestos. Todo lo han enmarañado y confundido. Es verdad que una mirada lo puede todo y deja lo que no tenga que ver contigo.
    Un abrazo

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  5. La vi y me impactó. Como todo lo que hace Eastwood, a quien, he de reconocer, traté con muchos prejuicios en sus principios.
    Entiendo tus sentimientos, Sirena. Aunque suene raro, casi como si fuera una madre.

    Un abrazo.

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  6. Dedicas este post a las madres, y yo añadiría también a la infancia. La película que gana en ritmo a partir de la incorporación de Malcovich, es un dramazo que ilustra la crueldad de la que es capaz el ser humano. Destaco el papel del "asesino",el actor Jason Butler Harner borda al personaje. Para mi sería un digno merecedor del Oscaral mejor "actor secundario". De 1 a 10, un 7,5.

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  7. Vaya, pues yo todavía no la he visto (factores climatológicos me lo han impedido). Pero, conoces mi devoción por el gran Clint, y, aunque he hecho caso omiso de tu advertencia de no leer hasta el final, lo que he leído no ha hecho otra cosa que aumentar mis deseos de ver la peli. Así que, si el tiempo da una tregua por aquí, me precipitaré al cine inmediatamente.

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  8. Ahora salgo de viajes, cuando vuelva hablamos querida sirena.

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  9. Esta película parece que tiene divida a la crítica...

    El tema de la madre y el hijo tiene mucho transfondo, es algo que falta mucho por investigar. El asunto es que el amor (como sentimiento que une) no explica todo en la relación materno filial, pero es muy "fotogénico" en sociedades bien alimentadas y organizadas. No se que pasa en organizaciones humanas esclavizadas por el hambre, el dolor y la muerte...

    Me ha salido un tanto tétrico...pero es lo que siento en estos días.

    Un abrazo.

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  10. Bueno, Sirena, la película me emocionó casi tanto como tu post.
    He visto todas las películas de Eastwood como director. Todas tratan temas duros pero también son un canto al amor. Esta madre, perfectamente bien encarnada por Angelina J. lucha contra todo para encontrar a su hijo. Está basada en un hecho real y no lo encuentra. Yo habría salido más contenta del cine si le hubiera encontrado.
    Efectivamente, la escena que narras es profundamente emotiva por lo sencilla y por lo honda, a la vez. El amor de madre es el amor más desinteresado que existe, mas fuerte...genera un vínculo irrompible. Y el niño no puede soportar más su ausencia. Genial.

    Un beso grande, guapa.

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  11. Eso es verdad. El amor de una madre es la herencia que nos mantiene vivos y que perpetúa la especie. Es una herencia de madre a hijos: el amor es lo único que nos puede salvar como especie.

    Un beso y gracias por todo.
    Chuff!!

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  12. He elído sólo el primer párrafo. Gracias por advertir que era mejor que parara.

    Quería verla, pero dudaba si mi lagrimal aguantaría.

    Que grande es Eastwood desde que volvió al drama. Ayer (una casualidad Sirena) publiqué un poquito sobre Mystic River.
    La casualidad ha curioseado en el mismo sentido ;)

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  13. No la he visto, pero tampoco creo que pueda verla hasta que no salga en DVD (estoy en fase de recuperación). Pero gracias por tus reflexiones, por tu análisis, por tu mirada.
    Un beso fuerte

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  14. La madre quiere a sus hijos más que a nada.
    El padre quiere a la madre más que a nada
    y los hijos se dejan querer “más que nada”

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  15. Aquí estoy, leyendo esta entrada porque no creo que vea la película. A las madres, deberíamos dedicarles cada cosa que hiciéramos, y aún así, seríamos unos rácanos y unos desagradecidos, porque ese amor que nos dieron, no puede pagarse; la única aproximación que podríamos tener, es intentar emularla con nuestros hijos.
    A sus pies, como siempre Maiko.

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  16. A tu excelente frase final: "una madre siempre es la primera (y principal) mujer en la vida de un hombre" muchos le incorporarian el contenido del paréntesis...

    Excelente reseña, Sirena, de una buena película. Otra que también se deja ver es "Australia"

    Un abrazo

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  17. Pues he esperado a verla, para acabar de leer tu reseña, tan acertada. Cierto que le sobran unos minutos, pero por lo demás Eastwood da esa visión,lúcida y contenida, de un hecho que se prestaba a la lágrima fácil.Como, por otra parte, era de esperar siendo él el director. Además es de las pocas veces que me ha gustado la Jolie. La maternidad, es un hecho que marca un antes y un despues en cualquier trayectoria vital. Da un sello indeleble, que de alguna forma se empapa en los hijos.
    Muy buena reseña Sirena.
    Un abrazo.

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  18. Sirena: En mi bitácora te espera algo.

    Besos

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  19. De Eastwood podemos decir mucho...pero, de la madres podemos decirlo todo de una vez y siempre.
    La extrañeza circunda al amor materno cuando los hijos no están, imagina lo contrario.
    Saludos estimada amiga y que bueno es leerte.
    A. NAvero

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  20. Es preciosa esta entrada. Tengo la película pendiente, pero que cierto lo de las madres...

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  21. Siguiendo tu consejo esperaba ver la película, pero no ha sido posible.
    Homenaje merecido a las madres.
    Me centro en la angustia de ese niño ante el desamparo por la privación de la seguridad primigenia que le proporcionaba su madre: secuestro, aislamiento, amenaza de muerte, soledad, búsqueda de otros padres, terror a ser descubierto...Y llega el momento de la verbalización de su angustia: "Echaba de menos a mi mamá", no a sus padres, sino "a mi mamá". Es la vuelta a la seguridad del útero materno.
    Efectivamente, el sistema lógico se viene abajo por la primacia del instinto de supervivencia, y con él llegan las lágrimas y el abrazo materno.
    Este niño,un día, tendrá que desandar el camino recorrido, una vez más. Entonces alcanzará la madurez y seguirá amando a su mamá. Pero esta vez, será la madre la que lo echará de menos. Porque también ella, la primera noche lo tuvo en sus brazos.
    Pero esto es ya guión para la próxima película.

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  22. No la he visto, pero tan sólo leer tu texto me he conmovido. Por ser hija y por ser madre.

    Un abrazo

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  23. Siempre que te leo me conmueves...sin haber visto esta pel´icula, comparto la sensaci´on que no hay amor comparable al de un niño por su madre y viceversa. Sobran las palabras cuando el coraz´on es seducido por la fuerza innata del amor.

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  24. Hola Sirena. Soy un incondicional anónimo de tu blog y de tus historias, hoy sentí la incontrolable necesidad de expresarte mi más sincero reconocimiento por lo que has escrito sobre las madres y por todos esos pasajes que hacen que una fría página se convierta en arte; me atrevería a puntualizar que más que paginas son partituras; en las estructuras musicales las hojas se llenan de acordes, ritmo, melodía y sentimiento. En tus partituras las palabras son esas corcheas y semicorcheas que hacen que cuando se leen, se transformen en sonido enriquecedor para todas las almas que visitamos tu blog.

    Sigue componiendo sinfonías.

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  25. ummm... no sé... una madre... A la mía la maté porque era mía (valga la redundancia e insistencia)... También hay madres que hacen la vida imposible a sus hijos, ¿no?... Prefiero a las mujeres que elegí en la vida que la que me tocó en la pedrea... Además murió, Dios la tenga en sus seno... Saludos y feliz año, aunque lo empezaras en pijama... Pau_Pablo

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  26. En fin, creo que 'así es la rosa'... y así debe dejarse ser El intercambio. Hacía tiempo, mucho tiempo, que una película no conseguía conmocionarme (conmocionarnos) como esta. Salimos de la sala incapaces de articular palabra, de dar explicación al bapuleo interno que nos llevábamos encima y a sus lesiones invisibles y no por ello menos dolorosas. Hoy he encontrado aquí parte de esas palabras.

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  27. No es un epitafio, pero sí un epílogo. Queda poco.

    Un abrazo.
    Chuff!!

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  28. Hace días lo leí y me conmovió tanto, el final, que no pude expresar nada.Hoy te lo explico sin volver a leerlo, no puedo. El final ,explicado de tu manera, cala hondo y duele si sabemos qué es y qué supone la maternidad.
    Inuits

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