UNA LÁGRIMA EN EL PAÑUELO


Me dices que el silencio
está más cerca de la paz que los poemas
Pero si te regalara el silencio
(porque yo sé lo que es el silencio)
me lo devolverías diciendo:
Esto no es el silencio,
es otro poema.
(Leonard Cohen)





Paul no soltaba su mano y ella se quería marchar... El tren lanzaba vapores mezclados con humo. Aquello era un ir y venir de gente en plena estación de Córdoba... Teresa soltó una lágrima y le dijo que no se llamaba Mary. Paul le dijo: yo me llamo Domingo.
-Aún así, Paul, no trates de entenderme, soy demasiado complicada y poco o nada previsible. Los silogismos conmigo se convierten en sofismas… Y sobre todo y ante todo quiero y debo ser leve.
Mary soltó su mano y Paul cerró el puño para retener aquella calidez; como si algo fuera suyo ahora; como si el corazón de aquella mujer se hubiera quedado impregnado en la palma de su mano y viviera en ella durante unos segundos. Aquellos labios, fresas en una película en blanco y negro, le decían el adiós más definitivo. Un final esperado porque Paul, hombre cabal, sabía de las fronteras de la amistad.
El silencio empañó la estación. Mary dejó el pañuelo en el suelo para que el viento se hiciera cargo de toda la soledad y subió al tren. Pero la despedida no podía ser definitiva, porque lo que dejaba a medias jamás cesaría de rondar en su cabeza. Las ruedas de la vida se movían con el tren, y con ellas el corazón de quien lo deja todo en Córdoba.
Lejos, en la distancia, un niño corría detrás de un pañuelo.

(Por Buscador y yo)

27 comentarios:

  1. Siento auténtica adoración por este relato. Allí estaban ellos: Paul y Mary, despidiéndose y a la vez ahuyentando la amenaza del olvido.

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  2. Seguramente nunca llegarían a olvidarse del todo. Los amores que se rompen sin ser realizados en su totalidad, quedan enconados en nuestros corazones. Se convierten entonces en únicos.

    Es muy bello el relato. Retratas la escena de tal manera que parece verla y vivirla.

    Un abrazo

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  3. Sólo un relato como ese ha sido capaz de sacarme de Cohen.

    Gracias y un beso grande.

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  4. Siempre les quedará... Córdoba.

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  5. SIRENA:

    Las despedidas . . .

    Sabes la cantidad de despedidas que he protagonizado en estos últimos diez años ???

    En mi caso de un país a otro, de continente en continente, dejando atrás amores, pasiones, ilusiones, anhelos...
    Todo a cambio de un nuevo horizonte, de alguna promesa, o de cualquier capricho.

    Irse es dejar parte de si detrás, allí quedan sabores, matices, colores, aromas . . .y solo te llevas tu memoria. . .y solo eso.

    Sirena, tu relato me llevo a esas despedidas, no se, hoy pienso... Cuando se terminaran mis despedidas, cuando tendré solo bienvenidas? Y solo eso.

    Atte.
    CarlosHugoBecerra.

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  6. hermoso escrito que lleva mi memoria a un lugar cuidado como un tesoro... yo también me he despedido tantas veces y también he ido encontrando muchas otras....
    la despedida es como cuando percibes en los labios el sabor del vino una vez terminado...
    me gusta mucho cómo escribes...
    y gracias por pasar por mi blog...que estés bien

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  7. Es un alivio y sabido que lo que no unió Córdoba lo puede tomar Jaén.

    (¿Vaya días de Leonard Cohen que tenemos, no? Al final se me va a contagiar, ahora que estaba con el hardcore).

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  8. ¡Bravo por los tres!, una delicia este momento retratado; soy el pañuelo ahora, pero por un momento, me he sentido Paul.

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  10. El niño alcanzará el pañuelo y lo guardará hasta que Mary vuelva.Y los besos romperán el silencio de la estación...Y sirena volverá a deleitarnos con un nuevo texto

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  11. Hola. Todavía estoy boquiabierto después de leer la introducción de Cohen, pero más aún de tu entrada. Me ha encantado, sinceramente. Es la primera vez que te visito, pero con tu permiso, voy a enlazarte sino te importa. Merece la pena volver. Un fuerte abrazo.

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  12. Magnífico final, el niño, el futuro, la ilusión que nunca muere mientras se es niño o mientras nos dejan ser niños.
    Saludos cordiales.

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  13. Quizá sea mejor así, dejar siempre algo a medias para no terminar de decir Adiós.

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  14. No se puede decir algo tan bonito y preciso en tan corto espacio. Sencillamente precioso.
    Creo recordar que detrás venía "Rincon del olvido" y algún otro, pero estoy contigo en que este texto es especialmente adorable.
    A veces no todas las despetidas son tan tristes cuando se sabe del imposible olvido. De alguna manera siempre se regresa.
    "Amigo".

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  15. Algunas despedidas son triste, pero otras liberadoras, aunque a veces se deje mucho atrás yo siempre digo que mas palante hay más, preciosísimo relato como todo lo que escribes, besos amiga

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  16. Cohen, Cohen...takes me down...

    La distancia es tiempo también y el tiempo es despedida constante. Todos somos Paul y Mary; ojos, corazón y alma son nuestro tiempo; niños corriendo, esos, tras un pañuelo, son el futuro (Que no es tiempo, que no es nada)

    Un abrazo, Sirena
    Chuff

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  17. "ante todo quiero y debo ser leve"...bendito propósito de quien se separa. La distancia debería estar prohibida, al menos, al por menor.
    Me pregunto si el niño alcanza el pañuelo...

    Un toque "Casablanca" en Andalucía.
    Me encantó.
    Saludos, J.

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  18. En una ocasión me encontré con sus reflexiones de una novela de mi escritor favorito: "Elegía" (Philip Roth), ahora encuentro el bellísimo poema de Leonard Cohen al que me entrego con una facilidad pasmosa. Escucho su música, leo una y otra vez su poesía y admiro sus dos novelas que no me canso de recomendar a la gente.
    Es muy acertado para ese texto tan equilibrado, escrito con la sencillez difícil de lo que se desea transmitir y evocar. Es meridiano, diáfano, directo. Con una cierta ensoñación interior que percatarán los buenos lectores. La escena es primorosa y la nota final del niño en la distancia corriendo tras el pañuelo abre nuevas opciones a esa necesaria dinámica de la movilidad que generan las despedidas. Todo corre muy deprisa dentro de nosotros, en nuestro pensamiento, y en las máquinas que nos desplazan del último lugar de encuentro. Queda lo que cada uno sea capaz de salvar en el recuerdo, a veces basta un dato físico.
    Las fronteras de la amistad. Quiero darle vueltas en mi cabeza a esa idea del hombre cabal.
    Enhorabuena.
    Leí "cerdos con dientes con de oro" y aprecié un registro formal mucho más denso. Aprovechando todos los recursos de la descripción, a veces puro esperpento, nos invita a la representación de una situación que como muy bien sugiere el maestro Lenguaraz va a llevarnos a algunos a los días de vino y rosas, sobre todo lo primero.
    Ha sido un placer leerla en sus textos y las propias reflexiones que me ha hecho. Su prevención a escribir era la mía al contestarle. Siempre me ha parecido tan claro y acertado su juicio que no quería estropearlo con otras palabras.
    Un fuerte abrazo.

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  19. Imposible añadirle una coma a lo escrito por mi admirado Calimatías, ya que si fuera capaz de hacerlo medianamente igual, no sólo lo suscribiría, tal y como lo hago, sino que además lo reescribiría palabra por palabra y por el orden empleado; por todo ello tan sólo añadir que me felicito por haberla encontrado por el camino. Disfruto absolutamente con todo lo que dice y cómo lo dice. Es un privilegio poderla leer.

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  20. Hola
    Sirenita, qué precioso!
    Mi madre, qué bonito!
    Cuando dejamos algo a medias, nos persigue en busca de su finalización, pero no siempre queremos finalizar las cosas.
    Un biquiño Sireniña.
    Desde Coruña, un biquiño.
    Diana.
    PD.
    Sabrías lo que significa: Ren de ren?

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  21. La valentía que exige la felicidad en la vida, consiste muchas veces en no soltar la mano de la otra persona y retenerla o subirse al tren con ella. Las vías que llevan hacia un destino las elegimos nosotros y las que llevan a la felicidad sabemos que pasan cerca de peligrosos desfiladeros, pero aún así…vale la pena el riesgo que conlleva ese destino.
    Bonito texto Sirena.
    azul.acuarela

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  22. Silencio en la estación, carrera contra el diluvio final. Sirenita, cúbrete con la sombra de mi cuerpo, que no te descubra el águila cazadora que se enamoró del gallo de la veleta.

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  23. Excelente relato. Excelente....aunque hoy me quedo pensando en tu introducción al blog...hay que avanzar simultáneamente con el pasado, el presente y el futuro.
    Un beso fuerte.

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  24. Hola:

    Siempre me quedo atrapada en tu blog, y no sólo eso, pienso en él mucho después de haber leído tus líneas.

    Cuando hiciste aquella reseña del libro de Roth "Everyman" lo busqué por toda Caracas ( a propósito de un viaje de una semana que tuve que hacer) y no lo conseguí. Ahora tendré la oportunidad de estar en Madrid y lo primero que haré será ir a una librería donde probablemente lo tengan y buscarlo.

    Creo que las despedidas son el tiempo detenido de un amor que es esfumado luego con el tiempo y la distancia.

    He tenido el privilegio o la desgracia de vivir despedidas a amores muy intensas. Creo que las más intensas.

    Creo que pocas cosas me han enseñado en la vida a fuerte como esas despedidas. Realmente son las despedidas las que enseñan al hombre.
    Gracias por visitarme.

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  25. Vos y tu talento, Sirena: cosas muy buenas.
    Abrazo, Mabel

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  26. "Las ruedas de la vida se movían con el tren.." entre otras frases me dieron vuelta la cabeza, o .." el pañuelo en el suelo para que el viento se encargara de la soledad"..que bella forma de tratar las palabras..muchas gracias.

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  27. Bajo las ruedas del tren de Córdoba, se ocultan miles de historias. Millones de gentes de todas partes que hoy en día, confluyen en la misma vía donde Paul y Mary se despidieron. Son sueños presentes en cada corazón y, de muchos sueños ocultos bajo el cemento y las piedras...
    El corazón a veces es viajero de recuerdos. Cada día, no pasa sin que Paul recuerde Mary en Córdoba por ser un lugar que suele frecuentar...A fuerza de pasar el tiempo y de tanto vivir, de madurar sin sentirlo a penas, vuelve aquel recuerdo. Sin coger su mano, siente la sangre de sus venas y aquellos labios rojos que cada mujer lleva por las aceras de Córdoba, adivina los labios de ella.
    Paul escribía las poesías más bonitas, los textos más originales, la paz de Mary más buscada. Un año tras otro, Mary lo visitaba desde Murcia como en un beso a larga distancia...
    Ojalá este fuera el último escrito de Paul. La felicidad solo consiste en ser agradable...pensaba Paul y Mary, sabe que a pesar de la distancia, las ruedas de la vida giran en aquel mismo lugar una y otra vez. Donde Paul y Mary se separaron y bajo el cemento de aquella estación, miles de historias aún viven para ser descubiertas...
    Paul esta noche, no pudo evitar pensar en Mary..

    Buscador.

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