Águilas (Murcia) Sábado 17 de Noviembre de 2007. Temperatura 19 grados
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Datos personales
- Sirena Varada
- "Cada cuerpo con su deseo y el mar al frente. Cada lecho con su naufragio y los barcos al horizonte. Estoy cantando la vieja canción que no tiene palabras. Cada cuerpo junto a otro cuerpo, cada espejo temblando en la sombra y las nubes errantes. Estoy tocando la antigua guitarra con que los amantes se duermen. Cada ventana en sus helechos, cada cuerpo desnudo en su noche y el mar al fondo, inalcanzable" (Eugenio Montejo)
Camino de Santiago
¿Esta es la playa donde atropellaste a un inválido? ¡Qué vergüenza, Sirena, qué vergüenza!
ResponderEliminarJajajajaja… Esa es la playa donde un inválido casi me atropella a mí.
ResponderEliminarCuando estaba a haciendo la fotografía (toda concentrada en captar el instante en que las olas se retiran de la orilla de la playa), un inválido que “corría” a toda pastilla por el paseo marítimo con su silla motorizada estuvo a punto de atropellarme y ante mi asombro, y también algo de susto, tuvo el excelente humor de añadir en su descargo: ¡quita coño!, ¿es que quieres atropellarme?
Pues yo una vez, rodaba rodaba y rodaba...hasta que me caí de la cama.
ResponderEliminarPaul.
En la más absoluta oscuridad de la noche, sólo se divisaba un lucero en el horizonte. Las olas rompían en la playa para morir con suavidad y acariciar seguidamente la arena en su regreso. Todo era un continuo ir y venir, como la respiración de sus pulmones. Por un momento, creyó que era el único habitante de la tierra y acostado frente al mar, su corazón se estremecía ante el espectáculo de dos infinitos. Su espíritu recorría cada rincón de aquella playa que por la tarde retuvo en su memoria. Cerró los ojos y se quedó dormido.
ResponderEliminarPara Sirena y "Amigo", con el afecto que puse en las palabras anteriores. Un saludo para Koolauleproso.
Buscador
Gracias Buscador.
ResponderEliminarLeyéndote soy capaz de imaginarme allí, frente al mar, en la misma situación y con la paz y el sosiego que te produce la evocación de lo felizmente vivido.
Tus palabras me reconfortan y como decía un famoso psicoanalista:
"no hay nada más tranquilizador que unas cuantas palabras cariñosas".
(También lo recordó SineraVarada hace algún tiempo)
Un afectuoso saludo y gracias de nuevo.
A veces lo que siempre quise vivir me lo da la imaginación.
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