El misterioso efecto de las palabras

En una entrevista le preguntan a Boris Cyrulnik, (un eminente neuropsiquiatra, profesor de etología humana y probablemente una de las personas que más y mejor conoce el funcionamiento del cerebro) si las palabras y los relatos modifican nuestra biología; a lo que él responde: “Lo experimentamos cada día cuando vamos al cine, escuchamos un discurso o leemos un libro. Una opinión, una representación, un conjunto de palabras y de imágenes estimulan una zona del cerebro, exactamente como lo haría un electrodo: el estímulo comporta la segregación de sustancias que nos hacen sentir placer o malestar. Esto nos lleva al misterio del efecto placebo –o nocebo- de los medicamentos, pero también de las palabras del sacerdote, del curandero, del chamán, que pueden ser poderosos analgésicos o antidepresivos...”

Es curioso…, a veces lo que escuchamos como novedoso no resulta tan revelador... Freud, dos siglos antes, afirmaba contundentemente que: “La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas”
Sin comentarios.

2 comentarios:

  1. "Eres un espíritu selecto, sensible y quizás muchas mas cosas que desconozco..."
    Si estas palabras mías sirven para que tu espíritu se sublime, me sentiré yo también especialmente feliz...soy de esas personas que disfrutan, cuando los demás también lo son...azpeitia

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  2. Curioso, no?...
    Vuelvo sobre mis pasos y resulta que: - esto ya lo dijeron ellos.
    Tratamiento común, placebo dulce como engaño repleto de tonos.
    Quien no desea tratarse de por vida?
    Como animal que huele la muerte, como preso que ve una salida, necesita de la ilusión de creer en una posibilidad de encontrar fin a sus penas, a sus ansias...
    Yo las cuento, yo las escucho y me alimento de sendas formas.

    Salud.

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